Se trata de un
conocimiento difícil, por varios motivos, que resume así León Poncins en su libro La Francmasonería está contra Francia
(editorial Beauchesne, 1941), pág. 2:
• La masonería es una sociedad secreta
Cree un deber ocultar todo lo que se refiere
a ella, no sólo a los profanos, sino a la gran mayoría de sus adherentes. Sólo
algunos iniciados conocen sus verdaderos secretos. Sus adeptos colaboran más o
menos inconscientemente con un fin que ignoran, conducidos por jefes invisibles
cuya existencia a menudo ellos ni siquiera sospechan.
• La masonería disimula
su verdadero fin bajo símbolos y fórmulas vagas
No expresa jamás lo que quiere de manera
precisa, y esto es a propósito. Emplea símbolos; explica a sus adherentes que
es menester descubrir gradualmente el sentido oculto de los mismos y, de ese
modo, se los conduce poco a poco a fines muy diferentes de aquellos que se les
había dejado entrever al principio.
• La masonería no tiene
una forma rígida invariable
Recordemos que la masonería es secular y
universal. Según veremos, la obra que ella propone cumplir es muy vasta y cada
rama masónica desempeña en ello su propio papel, que varía según el país, las
épocas y las circunstancias; de modo que si pedimos a diversos masones una
definición de la masonería, ellos pueden, con toda buena fe, darnos versiones
muy diferentes.
León de Poncins
indica enseguida por qué medios puede perseguirse la verdad sobre la masonería:
– Estudiando los documentos masónicos y
comparando lo que la masonería dice de ella misma en estos documentos con lo
que muestra la historia. Algunos de estos documentos no tienen un carácter
secreto (1). Otros, si bien son secretos, terminan siendo
conocidos, después de un cierto tiempo, por investigadores cuya atención está
alerta.
–
Estudiando las revelaciones de ex masones, tales como G. Hervé, Copin Albancelli, Marqués Riviere, etc. En efecto, ha
sucedido varias veces que, al tener la impresión de haber sido engañados,
algunos masones se sintieron movidos en conciencia a abandonar la asociación y
a divulgar sus secretos.
(1) Desde
hace veinte años, varios ex Grandes Maestres de la masonería, abandonando su
reserva, han escrito libros para el gran público: Trois points, c'esto tout, de
Fred Zfiller, ex Gran Maestre del Gran Oriente (editado en 1976); La poiitique
des franc-masons de Jacques M'rtterrand, ex Gran Maestre del Gran Oriente (1973);
De la vie avant toute chouse, de Pierre Simon, ex Gran Maestre de la Gran Logia
(1979).
– Apoyándose en documentos masónicos de la
mayor importancia, que han caído en manos de ciertos gobiernos, los cuales los
han dado a conocer públicamente.
Citemos algunos casos históricos:
a) En 1785, Lanz, miembro de la secta masónica de los “Iluminados de Baviera”, que transportaba documentos secretos, fue
alcanzado por un rayo en Ratisbona. Al recoger su cuerpo, la policía encontró
que llevaba consigo papeles tan comprometedores que el gobierno bávaro
intervino inmediatamente. Se hizo un registro fructífero de los papeles de la
secta y el asunto terminó en un proceso célebre. El jefe Weisshaupt pudo escapar. Todos los documentos incautados estuvieron
visibles mucho tiempo en los Archivos de Munich. Fueron enviados a todos los
gobiernos europeos que, por lo demás, no los tomaron en consideración.
b)
En 1919, a raíz de la caída de Bela Kun,
jefe de la revolución bolchevique en Hungría, el gobierno hizo incautar los
archivos masónicos de las logias de Budapest. El papel revolucionario de los
masones era flagrante: todas las logias de Hungría fueron cerradas y la
masonería, prohibida...
–
Comprobando el trabajo revolucionario cumplido por la masonería en el mundo
desde 1717 (León de Poncins, Op. cit, p.
3)
LA
MASONERÍA.
Conocimiento
elemental.
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