lunes, 10 de mayo de 2021

DEFINICIÓN DE LA MASONERÍA. SUS ORÍGENES – Por Arnaud De Lassus.


 


Definición

 

   EL diccionario Le Robert define así la palabra masonería: “Asociación internacional parcialmente secreta, de carácter naturalista y filantrópico, cuyos miembros se reconocen por ciertos signos o emblemas”.

   Sin ser completa, esta definición subraya cuatro rasgos importantes de la masonería:

    – su ideología (el naturalismo);

    – su organización (internacional y secreta);

   su aspecto exterior (frecuentemente filantrópico).

   Antes de seguir con el análisis, examinemos sus orígenes y algunas líneas gruesas de su historia, tal como la presentan sus propios historiadores.

Orígenes

   Toda sociedad se revela por sus orígenes. Se comprende que las sociedades secretas se preocupen de ocultar los propios. Por este motivo, la cuestión de los orígenes de la masonería es un tanto embrollada.

Acta de nacimiento oficial

   Todos los historiadores están de acuerdo en reconocer que la masonería, según está organizada actualmente, nació en Londres el 24 de junio de 1717 (día de San Juan), fecha en que fue creada la gran logia de Londres, principalmente por iniciativa de Jean Théophile Desagulier (1) y James Anderson (2), ambos pastores protestantes.

La fusión de una antigua corporación y de una sociedad ocultista

   ¿Qué es exactamente lo que ocurrió en 1717? Aquí los historiadores ya no están de acuerdo. La tesis más verosímil es que se fusionaron dos organismos preexistentes: una antigua corporación de obreros constructores (2ª) y la sociedad ocultista de los Rosacruces.

   1 Jean Théophile Desaguliers (1683-1744), hijo de un pastor protestante de La Rochelle, fue asignado como capellán al príncipe de Gales, el futuro Jorge II.

   2 James Anderson (1684-1739), escocés, fue ministro presbiteriano.

   2a El texto francés usa en este caso el términdbatisseurs. Debe tenerse presente que, en este idioma, masón significa también “obrero de construcción especializado, que fabrica la obra gruesa y su revestimiento”. Aparte debatisseui; el texto emplea también los términos constructeur, ouvriers constructeurs y, además, maçon. El término francés empleado en cada caso se ha puesto en la traducción entre paréntesis. El equivalente de maçon, en inglés, es mason. En español, masón designa sólo al miembro de la masonería. [N. del traductor]

   Esta fusión es evocada así por el rabino Toaff: “Existe en la masonería una doctrina secreta, filosófica y religiosa, introducida por los rosacruces gnósticos cuando se produjo su fusión con los obreros constructores (maçons) libres en 1717. Esta doctrina secreta, o gnosis, es patrimonio exclusivo de la masonería de los grados más altos” (3).

   Así se explicaría que existan en la masonería dos corrientes de inspiración: “La masonería francesa –escribe el masón Manus Lepage– reúne en ella muy especialmente dos corrientes tradicionales distintas: la operativa, proveniente de los antiguos obreros constructores (constructeurs) y la especulativa, aportada por los filósofos y quienes profesan doctrinas herméticas” (4).

   4. Revista Le Symbolisme, n° 6, julio de 1956.

 

La explicación histórica expuesta por el Padre Barbier

 

   En su libro Las infiltraciones masónicas en la Iglesia, el Padre Barbier presenta esta misma tesis con más detalles: “La masonería sería lisa y llanamente de origen gnóstico. Provendría de la alianza de los representantes de las sociedades gnósticas con las logias de obreros constructores (ouvriers constructeurs), a las cuales se les deben nuestros edificios católicos desde el siglo XIII al XVII. He aquí la explicación histórica que se le da a esta tesis” (5).

   La explicación comienza por una exposición relativa a la corporación inglesa de los obreros constructores, que tomó en el siglo XIV el nombre de “fraternidad de los obreros constructores libres” (ver nota 2a). Ella perdió importancia en el siglo XVII y, para sobrevivir, aceptó como miembros a personas que no eran obreros constructores, de allí su nuevo nombre de “fraternidad de los obreros libres y aceptados”. La explicación histórica que cita el Padre Barbier continúa así:

   Había en esta época una sociedad alquimista llamada de los “Rosacruces”, heredera de la Orden de los Templarios, y que conservaba el gnosticismo primitivo. Su fundador es conocido por el nombre de Chrétien Rosencreuz, templario, que había recorrido sucesivamente Turquía, Palestina, Arabia y todo el Oriente, y remontándose así a las fuentes de la tradición esotérica, para oponer la gnosis, por medio de una sociedad misteriosa, a la ignorancia y al fanatismo de la Iglesia romana.

   (5) Padre Barbier, op. cit., p.103.

   El nombre de los Rosacruces venía del emblema adoptado por la sociedad: una rosa sobre la cruz, que simbolizaban, filosóficamente, la unión de la ciencia y de la fe, y gnóstica, la salvación, mas no por la fe, sino por la ciencia.

   Los miembros de esta sociedad se consagraban a la alquimia y a la propagación de la gnosis. Primero fueron poco numerosos, pero su número se había incrementado continuamente, al punto de que a comienzos del siglo XVIII eran muy estimados, en Inglaterra sobre todo, donde gozaban de una influencia de las más considerables (6).

   Pues bien, el 24 de junio de 1717, los rosacruces Jean-Théophile Desaguliers, naturalista, y Jacques Anderson, pastor protestante, “asistidos”, dice la carta convocatoria, “por los hermanos Georges Payne, King, Calvert, Luniden, Elliot y muchos otros” convocaron en la Posada del Manzano, sita en la Charles Street, cerca del mercado de Covent-Gar-den, en Londres, a todos los miembros de las cuatro logias masónicas, las únicas que se encontraban funcionando en Londres en esa época.

   Esta reunión tenía por finalidad realizar la fusión de la “fraternidad de los obreros constructores (maçons) libres y aceptados” con la “sociedad alquimista de los rosacruces” para permitir a los rosacruces cobijar sus investigaciones de alquimia y sus ideas gnósticas bajo el manto respetado de la fraternidad y procurar a los obreros constructores libres y aceptados las ventajas que solamente podían reportarles los adeptos ricos e influyentes de los rosacruces.

(6) The Mystic Tie, por Mackey; Le gnosticisme et la franc-maçonerie, por Ed. Hans. [Nota del Padre Barbier.]

   La asamblea aceptó por unanimidad esta fusión y la masonería nació como resultado de esta aceptación. La “sociedad alquimista de los rosacruces”, la “fraternidad de los obreros constructores libres” y la “fraternidad de los obreros constructores libres y aceptados” desaparecieron para siempre y la masonería, hogar del gnosticismo puro, se alzó frente a la Iglesia Romana, hogar del gnosticismo falsificado y corrompido (7 y 8).

   La agrupación de estas cuatro logias de Londres, reunidas en la Posada del Manzano, tomó el nombre de “Gran Logia de Inglaterra”. En 1723 Anderson editó, hizo aceptar y publicó el Libro de la constitución de los obreros constructores libres y aceptados. Esta denominación fue conservada para alejar aun la posibilidad de una sospecha respecto del verdadero fin de la naciente masonería. Pero la finalidad secreta de la nueva sociedad era siempre la de retomar la obra de los antiguos gnósticos y de los Templarios, que era la de sustituir el cristianismo de Occidente, sometido a influencias semíticas y degenerado, por un cristianismo esotérico y gnóstico, que sus dirigentes habían conocido estudiando los libros sagrados del Oriente y afiliándose a algunas sociedades secretas del mismo país. El fin confesado era el de hacer propaganda al liberalismo en todo el universo.

   (7) Recordemos que el Padre Barbier cita aquí una explicación histórica muy corriente en los medios masónicos y que no es él quien habla.

   (8) Nota sobre los rosacruces: “Los miembros de la Rosacruz practican la alquimia y su orden fue verosímilmente regular de la fraternidad internacional y absolutamente secreta de los alquimistas, los cuales, a través de la Edad Media, se remontan hasta la Antigüedad y fueron verosímilmente los continuadores de los gnósticos del primer período del cristianismo [...] El gnosticismo fue probablemente la exteriorización de la doctrina secreta de los Misterios de la Grecia más antigua” (L´Acacia, mayo de 1908). [Nota del Padre Barbier.]

   Para alejar esta sospecha de que la nueva masonería no era sino la continuación de los “obreros constructores (maçons) libres y aceptados” se conservaron todas las denominaciones y todas las ceremonias y particularidades que esta última había recibido de la fraternidad de los constructores (constructeurs) [...]

   Al fundar la masonería, los rosacruces agregaron a los símbolos arquitectónicos y de los obreros constructores (maçonniques) los símbolos alquimistas y gnósticos (9).

Una primera imagen de la masonería

   Este relato histórico que hace el Padre Barbier guarda consonancia con lo que explican autores como Marius Lepage y el rabino Toaff. Los historiadores podrían discutir algunos puntos no bien establecidos (sobre los orígenes de la sociedad de los rosacruces, por ejemplo), pero en lo esencial corresponden bien a lo que se puede saber de la masonería.

 

 (9) Padre Barbier, op. Cit, pp.105-107. Lo que se dice de los símbolos se verifica fácilmente hoy. Cuando la masonería se manifiesta, utiliza a la vez símbolos arquitectónicos (escuadra y compás, por ejemplo) y símbolos gnósticos (la estrella luminosa de cinco puntas con la letra G en el medio, por ejemplo). La explicación sobre los orígenes de la masonería que expone aquí el Padre Barbier ye encuentra casi textualmente en un documento masónico italiano de 1945, reservado a los cuadros de las logias y parcialmente reproducido por León de Poncins en su libro Christianisme et franc-magonnerie, pp.161-162.

   De esa rebelión, nos quedaremos con tres aspectos:

   - la fusión de las dos sociedades (obreros constructores libres y aceptados y rosacruces), que es el origen de la masonería actual;

   - la doble tradición y la doble simbología que deriva de esto;

   - una doble ideología: una, pregonada; y la otra, secreta, la gnosis;

   - un doble fin: uno, admitido: la propaganda del liberalismo; el otro, secreto: la sustitución del catolicismo por un cristianismo gnóstico.

Observación sobre el doble carácter, liberal y gnóstico

 

A-El carácter protestante-liberal

 

   La masonería nace, pues, en 1717 en Inglaterra, en el momento en que la victoria del protestantismo sobre el catolicismo en este país parecía bien asentada, con la eliminación de la dinastía de los Estuardo, la toma del poder por la dinastía Hannover y el reconocimiento de ésta por Francia en el Tratado de Utrecht de 1713.

   Fue puesta en órbita principalmente por tres protestantes: Jean Théophile Desaguliers, James Anderson (ya nombrados) y Ramsay (10): Aventurero escocés (1636-1743), nacido y educado en una familia protestante. Vivió algunos años en el círculo de Fenelón y de Madame Guyon, el apóstol del quietismo. Desempeñó un papel muy importante en la introducción de la masonería en Francia (cfr. Bernard Fay, La franc-maçonnerie et la révolution intellectuelle du XVIII eme. siècle, cap. IV, párrafo VIII).

   Sus constituciones (Constituciones de Anderson, en 1723), reflejan las Ideas del protestantismo liberal; en particular, el moralismo sin dogma, que constituye “esa religión en la cual todos los hombres están de acuerdo” (11) Constituciones de Anderson.

   Se comprende que el masón Albert Lantoine haya podido calificar la institución masónica en sus comienzos como “sucursal de la tienda hugonote” (12) y que monseñor Jouin, gran especialista en estudios masónicos (13) haya podido escribir que “la masonería es hija de la Reforma” (14).

   (11) Constituciones de Anderson.

   (12) A. Lantoine, La Franc-maçonnerie chez elle, p.342; citado por J. Marquès-Rivière, La trahison spirituelle de la franc-maçonnerie, p.39.

   (13) Monseñor Jouin (1844-1932) fue cura de la parroquia de Saint-Augustin en París, desde 1899 hasta su muerte. La Revue internationale des sociétés secrète, que él fundó y dirigió, apareció desde 1932 hasta 1939; constituía en esa época la mejor fuente de orientación sobre la masonería.

   (14) Lo cual no significa, entiéndase bien, que los protestantes sean en su gran mayoría favorables a la masonería. Se han fundado grupos protestantes para combatir a la masonería, como la “National Christian Association”, en los Estados Unidos, en el siglo XX (cfr. Claudio Jannet, La franc-maçonnerie au XIX ème siède p.543).

B-El carácter ocultista (o gnóstico)

   “La gnosis" dice el masón norteamericano Albert Pike (15), “es la esencia y el meollo de la masonería” (16).

   (15) Sobre Albert Pike, cfr. capítulo IX, “Albert Pike y su libro...”

   (16) Citado por el Padre E. Barbier, op. cit., p.110.

   Pero esta doctrina se mantiene en secreto, en tanto que el liberalismo era pregonado. Dado que en el plano de las ideas y de los fines perseguidos la masonería se presenta, desde sus orígenes, como un gnosticismo camuflado detrás de una fachada liberal, sabemos cuál es el error que no debe cometerse a este respecto: no ver sino la fachada y olvidar qué es lo que se oculta detrás.

 

LA MASONERÍA.

Conocimiento elemental.


No hay comentarios:

Publicar un comentario