jueves, 14 de noviembre de 2024

Origen talmúdico de la secta (masonería) – Por F. FERRARI BILLOCH


 



   “La gran asociación cabalística conocida con el nombre de MASONERIA” (De la revista masónica “Latomia”.)

   “La cábala disidente es la obra de los rabinos, que han falsificado la tradición talmúdica."

   (Gougenot des Mousseaux.)

 

   Pero ¿de dónde surgió y cómo surgió esa secta?

   Muy vagos son los orígenes de la Masonería. Los historiadores imparciales y los historiadores masónicos no se han puesto de acuerdo — ¡ni se pondrán jamás!—. La verdad es que no se le puede precisar su oscuro origen.

   “La Masonería —dicen ellos: Casard, Ragón, Clavel, Almeida, Des Etangs... — ha nacido del odio del mal y del amor al bien (dualismo). Es, por consiguiente, tan antigua como el hombre y durará mientras éste exista.”

   Hay historiador masón que, de absurdo en absurdo, supone nada menos que el primer hombre, Adán, es el fundador del Arte Real y que enseñó a sus hijos la Geometría y artes conexas. La desfachatez de Oliver lleva las estúpidas suposiciones de Anderson a situar el origen del masonismo en el Paraíso Terrenal (¡ !) y hace de Moisés un gran maestre — un Morayta, por ejemplo — y de Josué un modestito hermano orador. Preguntádselo a cualquier hermano, y con fe de masón os jurará que es verdad.

   ¿Por ventura en el templo de la Logia Fraternidad Ibérica, de Sevilla, no aparecen los nombres de Budha, Zoroastro, Pitágoras, Moisés, Solón, etc., etc., como masones? En la desfachatez de apropiarse grandes figuras de la Historia no tienen rival los hombres del mandil. ¡Si hasta el desgraciado príncipe don Carlos, primogénito de Felipe II, lo presentan como un mártir de la Masonería! Claro que el príncipe, como es sabido, anduvo en relaciones con los herejes flamencos; pero ya veremos en el momento oportuno cómo ese MONSTRUO invisible de los PODERES OCULTOS quiere envolver con su baba repugnante ¡¡nada menos que el solio pontificio!!

   Desde luego, la Masonería no es una organización surgida esporádicamente. Se ha venido desarrollando poco a poco, y tanto sus ideas como sus medios de acción le han sido transmitidos por una porción de sociedades más o menos ocultas, y, por otra, se ha ido filtrando en ciertas agrupaciones, que ha llegado a absorber, tomando de ellas lo que consideraba necesario.

 

   Orígenes judeocabalísticos de la Masonería. — Influencias talmúdicas. —Cómputo del tiempo.

 

   Toda ella —su rito y sus procedimientos— está impregnada de primitivos misterios y de simbolismo hebraico. Como organización de tipo ocultista, tiene raíces que succionan en los misterios de los gimnosofistas de la India —Zoroastro, los magos y los budhistas — y en las iniciaciones egipcias. Las pruebas que se exigían para ser iniciado en los misterios de Isis y Osiris eran terribles, complicadas y célebres. Los pocos que salían ilesos de las pruebas físicas y tenían el suficiente valor para soportar las morales se igualaban a los sacerdotes y gozaban de las ventajas que pueden proporcionar la virtud y la ciencia. Esas pruebas, simbólicamente, han conservado todo su sentido, sin llegar al horror del laberinto de Eleusis, en las actuales iniciaciones de las logias. Para la Masonería, esos sacerdotes egipcios, sobre todo los de Menfis y Heliópolis, son los primitivos hermanos, por lo que el caracterizado h :. Ragón exclama:

   “¡Masones de todos los ritos, he aquí a vuestros primeros fundadores: Indra, Zoroastro y Budha!”

   A pesar de esa retumbante afirmación, ya veremos lo que hay debajo de tal pretensión.

   Desde luego, la celebridad de los misterios egipcios excitó vivo interés. En ellos vinieron a instruirse Orfeo, Thales, Solón, Pitágoras, Licurgo y Moisés. Las enseñanzas de los magos se conservaron en el pueblo judío hasta en tiempos de Salomón, y a través de la leyenda del maestro Hiram —una fábula de triple sentido: religioso, político y social — ha pasado el espíritu esotérico de aquellas ceremonias rituálicas a las logias masónicas actuales, y en las tenidas de iniciación el neófito presta ante el Mistagogo, hoy el venerable, juramento de guardar el secreto, como se hacía al comenzar la iniciación gnóstica.

   De aquí también que los ritos y símbolos más o menos tenebrosos de la Masonería y de otras sociedades esotéricas recuerden constantemente la cábala y el judaismo. Los masones — es lo primero que se dice al neófito en el discurso de bienvenida que pronuncia el hermano orador — persiguen la reconstrucción del templo de Jerusalén, reconstrucción que simboliza la obra moral que pretenden realizar.

   En el capítulo El mito de Hiram y la hipótesis judeocabalística en Masonería dice la revista masónica Latomia (Esta revista, editada por la logia madrileña La Unión, se presenta como uno de los “orgullos” de la Masonería española. Llegan a centenares las cartas recibidas de todas las logias del mundo felicitando a La Unión por el tono de prestancia intelectual que ha logrado darle. Entre tantos parabienes hay también la protesta de altos grados, por entender que en algunas cuestiones se levanta demasiado la punta del velo que encubre los secretos de la secta.):

   “Si el Talmud es el alma del judío, la cábala, cuyo código fundamental es el zohar, es el alma del Talmud. En los campamentos antisemitas y espiritualistas hay a ese respecto una opinión formada desde hace mucho tiempo. Dos especies existen de cábala: la antigua y la farisaica.

   Los rabinos hacían derivar la antigua de Moisés. El sentido oculto de la Torah sería revelado por Yahvé en la montaña de Sinaí al propio Moisés, que la transmitiría a Josué, y que los doctores de la ley conservarían intacta. Durante el cautiverio de Babilonia se hicieron en la vieja tradición infiltraciones de carácter abstruso, y en los últimos tiempos de Jerusalén los rabinos convirtieron la teología mística en talmúdica, enseñanza oral que desnaturalizaron con adaptaciones hechas de las filosofías orientales y muy particularmente del panteísmo y del sabeísmo persa. Tal fué la iniciación de la cábala farisaica.

   Renovada ésta por los rabinos del siglo II y III, dió origen a la magia y a las sociedades secretas. La cábala es la madre de las sociedades secretas, y extirpada violentamente por las prescripciones antitemplaristas, sus doctrinas y sus ritos se refugiaron en las doctrinas y los ritos conocidos aún de la Masonería antigua y moderna. La gran asociación cabalística conocida en Europa con el nombre de Masonería aparece en el mundo en el momento en que la protesta contra la Iglesia acaba de escindir la unidad cristiana. Nótese de paso que uno de los más talentosos prosélitos de Martín Lutero era el ferviente cabalista Reuchlin. Todas las religiones verdaderamente dogmáticas han salido de la cábala y a ella vuelven. Lo que hay de científico y grandioso en los sueños religiosos de todos los iluminados —Jacobo Boehme, Swedenborg, Blake, Saint-Martin, etcétera — de la cábala proceden. Todas las asociaciones masónicas le deben sus secretos y sus símbolos. La doctrina cabalística es el dogma de la alta magia.

   Otro argumento probativo del origen talmúdico de la Masonería se deduce de su lenguaje simbólico. La hipótesis del origen judeocabalístico de la Masonería goza fueros de auténtica. Sería difícil — dice Bertrand en L’occultisme anden et moderne — dudar de los lazos de parentesco que existen entre la Francmasonería, de cualquier rito que sea, y el judaismo procedente de la cábala farisaica. Y para aquellos a quienes estas pruebas no basten presentaremos otras más perentorias.

   ¿Cuál es el medio que nos sirve para distinguir a los pueblos de distinta raza? ¿La lengua? Pues bien: la Masonería nunca dejó de hablar la lengua del Talmud. La palabra de paso del rito francés es para el grado del maestro Tubalcain, y la palabra sagrada, Jakin, nombre de las dos columnas del templo de Salomón. Booz es la palabra sagrada del rito escocés para el grado de aprendiz —se pronuncia Bogaz en hebreo (1) —. Para el grado de maestro del rito francés se adoptó Giblin como palabra de paso, que hace recordar a los giblinos que Salomón empleó para tallar las piedras, en la construcción del templo.

   En las logias de adopción, o Masonería de mujeres, para la recepción de una maestra, el cuadro representa: primero, la escala de la maestra; segundo, la torre de Babel; tercero, José en la cisterna; cuarto, el sueño de Jacob; quinto, la mujer de Loth transformada en estatua de sal; sexto, el incendio de Sodoma; séptimo, el sacrificio de Abraham; octavo, dos copas inflamadas; noveno, el arca de Noé sobre el monte Ararat, etcétera, etc. Babel es la palabra de paso, y Havt-jair la palabra sagrada. En hebreo, Havot-Jair significa oppida iluminationis. En el grado de maestra perfecta, el gran maestre representa a Moisés y la gran maestra a su mujer, Séphora. Al hermano depositario se le llama Aaron. La palabra de paso es Beth-Abara, del hebreo Beth-Hébet; la palabra sagrada, Achitob, de Ahhitoub.

   Para el grado de elegida, sublime escocesa, el maestro tiene el mismo nombre del sumo sacerdote Eliacin, gobernador de Bethulia; el primer vigilante se llama Osias, príncipe de Judá; la hermana recipiendaria toma el nombre de Judith. Cuando se recibe al maestro secreto de los grados capitulares escoceses, la logia simboliza el Santo de los Santos. El venerable representa al rey Salomón, y la vigilante toma el título de inspector con el nombre de Adonhiram. Ziza es la palabra de paso. Era el nombre del hijo de Jonatán. Fué escogida para palabra sagrada la letra Iod; tomada en el sentido cabalístico, significa Dios, principio, unidad. En la recepción de maestro perfecto, el venerable personifica a Adonhiram, hijo de Abda. El vigilante se llama Stfkin, y el introductor, Zerbal. La primera palabra de paso es Zerbal, nombre del comandante de las guardias de Hiron, rey de Tiro. La palabra sagrada es Joah, por Jehovah.

   La Masonería adoniramita presenta idénticos caracteres. Ejemplo: para el grado de maestro perfecto, la palabra de paso  es Monte Líbano, y la sagrada, Jehová. En el rito de Misraim, que se compone de noventa grados, no hay palabra ni de paso ni sagrada que no provenga del Talmud. La misma observación puede hacerse con el rito de Menphis. La Masonería de los mohabitas o caballeros prusianos reteja también con palabras hebreas. Tomando el índice de la mano derecha y apretándolo con el pulgar, el retejado dice Sem, y el examinador, haciendo igual toque, pronuncia la palabra Cham. Se repite el toque y se pronuncia la palabra Jafet. La palabra de paso, pronunciada tres veces con tono lúgubre y lento, es Phaleg.

EL CÓMPUTO DEL TIEMPO.

 

   “Los francmasones, como los judíos, hacen el cómputo del tiempo no por la nueva era, sino a partir del primero de marzo, que es para ellos el comienzo del año. Y no dicen marzo, abril, mayo, etc., sino misan, jiar, sivan, thamuz, ab, elul, thischri, marchhescvan, kislev, tebeth, shebat y adar.”

   Era conveniente demostrar con textos masónicos que las logias están impregnadas, en lo externo, del espíritu del judaismo talmúdico.

 

   (1) Queda ya dicho que entre las felicitaciones recibidas por la Logia La Unión figuraban no pocas protestas de aquellos “talleres” que mantienen un criterio cerrado y ortodoxo. Véase, por ejemplo, esa interesante “plancha” de la Logia Tánger, número 45. Dice:

“Vall:. De Tánger (Marruecos). 9 de julio de 1933 (Era vulgar). —A la Resp :. Log:. La Unión, número 88.— Wal:. de Madrid.—V:. MM:. Y QQ:. HH:. Les comunicamos que este “taller”, en su “tenida” celebrada el 6 del actual, consideró nefasta para la Masonería a vuestra publicación LATOMIA, al insertar en la misma y con ello dar publicidad al mundo profano de NUESTRAS PALABRAS SAGRADAS Y OTROS SECRETOS, LOS CUALES PROMETEMOS SOLEMNEMENTE NO REVELAR NI AUN A NUESTROS MISMOS HH:. AL INICIARNOS Y EN TODOS NUESTROS ACTOS. Les rogamos, pues, nos comuniquéis en virtud DE QUE AUTORIZACION os servís cometer tales anomalías, pues esto está fuera de nuestros Reglamentos, y, como ya lo decimos más arriba, al llegar tales conocimientos al mundo pro fano, nos vemos profanamente vendidos y perjudicada nuestra augusta Orden. Vuestra publicación para el mundo masón está profusamente redactada, y es por lo tanto también educativa; pero por lo mismo, es nuestro entender que no deben llegar tales conocimientos al mundo profano. Rogamos nos ilustréis sobre el particular. Recibid, venerable maestro y queridos hermanos, el triple abrazo fraternal y ósculo de paz que por nuestro conducto os envían todos los obreros de este “taller”. — El venerable maestro Juan Pérez; el secretario guardasellos, Benítez.” (Firmado y sellado.)

   Esta logia que EXIGE es de Tánger. Lo mismo EXIGEN logias de América que de Francia, Suiza, Luxemburgo, etc.

   ¿Y quién puede dar o negar esa AUTORIZACION? SOLO UN PODER QUE DESDE LUEGO NO RESIDE EN ESPAÑA. ¡Y los ministros masones están sometidos a ese PODER! ¡Y los GOBIERNOS MASONES están sometidos a ese PODER!

   ¡Asi tuvo que aguantar nuestra Patria el turbulento bienio social- azañista-masónico!

 

“LA MASONERÍA, AL DESCUBIERTO”

F. FERRARI BILLOCH

31 de enero de 1936.

 

  

 

 


jueves, 10 de octubre de 2024

María reina sobre los poderes de las tinieblas. Año 1908.

 





La Virgen María enemiga de Satanás, y de la secta satánica llamada “Masonería”

 

En nuestros días no se ataca sólo un punto del dogma, sino toda la fe, todo el Decálogo, todo el Evangelio, toda la religión revelada y natural. Ésta no es la vieja herejía que conservó parte del “Credo”; ni siquiera es deísmo; ¡Es el ateísmo, es la acumulación de todos los errores juntos! Satanás se convierte hoy en perseguidor: dondequiera que puede oprimir las conciencias, mata la libertad. Él arroja barro a todo lo que es más precioso y sagrado para nuestro corazón.

 

Y para realizar con mayor seguridad su obra de odio, Satanás ha dado origen a una secta, a la que anima con su espíritu; es una secta verdaderamente infernal llamada “MASONERÍA”, fundada por los discípulos de Satán. Una logía masónica Varsovia, llamada “Pensamiento Independiente”, blasfema contra la Divinidad de Cristo y la Inmaculada Virgen María. En el pasado, cuando la Iglesia condenaba una herejía, el clero y el pueblo la maldecían. ¡Hoy, hermanos, maldigamos con valentía esta gran herejía satánica, llamada masonería!

 

Escuchemos lo que dice San Juan en el Apocalipsis. Cuando habla sobre “La Bestia” que surge de la tierra firme (El Falso profeta) y de la bestia de mar (El Anticristo). Satanás es el dragón apocalíptico, y bien podemos decir que la masonería es su instrumento en la tierra. San Juan dice: El dragón le dio un poder terrible, “El dragón le dio su poder y gran autoridad”. Sus seguidores y admiradores, dicen: ¿Quién como la bestia? ¿Y quién podrá luchar contra ella? Bien podemos decir, que estás palabras de Juan se pueden aplicar a la masonería, es la bestia de la tierra que recibe el poder del dragón, Satanás, a quién adoran los masones.  Hermanos, ¿no son éstas las prefiguraciones de nuestros días? ¿No es la masonería como una deidad monstruosa, temida por los católicos timoratos, a quien los ateos llevan incienso? ¿No creó acaso, masonería una religión, y un culto a Satanás? ¿No exclaman sus adoradores con confianza exagerada: ¿Quién es como nuestra secta? ¿Quién podrá resistirla? ¡Quiere reinar y reinará! Quiere matar a Dios, a su Cristo, a la Santísima Virgen, y a la Iglesia Católica en los corazones de los hombres, y lo están logrando en muchas almas!

 

¡Esta es “La Bestia”! “Y abrió su boca, dice San Juan, para blasfemar contra Dios, para blasfemar de su nombre y de su templo”. El templo de Dios es la Iglesia, porque tiene la gracia de Dios, que da al mundo. El papado es el templo de Dios, porque tiene la verdad infalible de Dios, que da al mundo. El santuario de Dios es la santísima Eucaristía, porque contiene el Cuerpo de Dios y lo entrega al mundo. La Virgen Inmaculada es templo de Dios, porque llevó en su seno la Palabra de Dios y la entrega al mundo. Contra estos templos se levanta esta voz de Satanás, el Dragon, y las logias lo secundan en estas blasfemias, como la bestia que recibe del dragón.

 

Y como no es fácil atacar a Jesús y María que están en el cielo, la bestia vuelve su furia sobre Sus fieles servidores en la tierra. Donde puede los encarcela y los mata; y cuando no puede hacerlo, al menos los arruina: “Nadie, dice San Juan, puede comprar ni vender, excepto el que tiene la marca o el nombre de la bestia”. ¿No es ésta nuestra historia? ¿Quién persigue a la Iglesia de Dios hoy? ¿Quién muestra la intolerancia de la forma más terrible? ¿Quién crucifica nuevamente a cristo,  en nombre de una la falsa libertad? ¿Cómo Cristo en el Gólgota, así sufra la iglesia hoy? ¿Quién piensa en privar a los católicos de todo para que no puedan conseguir ni un pedazo de pan, quién llena las cárceles con ellos? La Bestia (de la tierra) –  la ¡Masonería!

viernes, 6 de septiembre de 2024

“Más Allá de la Masonería” Revisión del libro “Blood on the Altar” (Sangre Sobre el Altar)




   En el momento en que se daba comienzo al Concilio Vaticano II (Octubre de 1962), una sociedad secreta muy poco conocida, la Ordo Templis Orientis (Orden del Templo de Oriente) (OTO), realizó una ceremonia a fin de celebrar la apertura del Concilio.

 

   El icono oculto de la OTO, el “Stele of Revealing” (Estela de Revelación):

 

   “Estela: Una losa de piedra o un trozo de madera con una inscripción o diseño que fue usado como un monumento o jalón de una sepultura. En particular la Estela de Revelación es un objeto religioso egipcio que data de la época de la dinastía 26a. Se trata de una de una madera (de 31 x 51.5 cm), revestida con estuco y pintado con escenas mitológicas y escritura jeroglífica. Fue hecho para conmemorar la muerte de un sacerdote de Tebas, consagrado al Dios Mentu, llamado Ankh-f-n-khonsu. Aunque muchos objetos fueran típicamente sellados dentro de la tumba junto con el cuerpo, objetos funerarios como éste fueron colocados fuera de la tumba como un punto focal para los ofrecimientos dados por amigos y parientes del difunto. Después de descubrir este Stele en un museo en El Cairo, Crowley recibió la comunicación mística conocida como el Libro de la Ley.”  Fue llevado desde Hamburgo a través de Alemania hasta Zurich y luego hacia Stein, donde se lo guardó en la capilla de la OTO, mientras resonaban las campanas, llamando a un ritual gnóstico (Pág. 103).

 

   Simplemente ¿qué es esta Orden de los Templarios Orientales? Y ¿qué conocimiento previo tenía de los planes del Concilio que los llevó a celebrar su apertura?

 

   Estas preguntas están contestadas en el libro Blood on the Altar, ya que Craig Heimbichner desenmaraña la historia y el funcionamiento de lo que él denomina la sociedad secreta más peligrosa del mundo, el poder detrás del Gobierno Invisible o Criptocracia (Crypto-cracy).

 

   La Criptocracia está involucrada en la transformación o “el procesamiento alquímico” de la conciencias de las masas, mediante la manipulación psicológica de la mente. Con la ayuda de las sociedades secretas, se realizan pruebas, se miden los resultados y se “diseñan” los acontecimientos mundiales (Págs. 5-6, 15, 137).  El objeto es que las masas vivan de manera controlada, como si fueran títeres del Nuevo Orden Mundial Masónico.

 

   La OTO, instituida hace un siglo, conforma el “colegio de graduados” de la masonería, y se autodenomina la “Academia de la Masonería”. Contiene a todos los grados de la masonería y del iluminismo y es la más alta sociedad secreta para la elite de la masonería.

 

   Como organización internacional, la OTO es una organización “religiosa” que, en EE. UU., se encuentra exenta de impuestos (Págs. 13-14, 25, 76, 87, 91-92). Los escritos de quien por mucho tiempo fue su cabeza, el agente de inteligencia británico y satanista Aleister Crowley (fallecido en 1947), quien se hacía llamar la Gran Bestia 666, reveló que la OTO se funda en el satanismo: Aleister Crowley “ha sido una referencia constante en determinados ambientes de la contracultura anglosajona contemporánea. Por ejemplo, en el ámbito musical, donde los Beatles, Rolling Stones, Ozzy Osbourne o Daryl Hall han reivindicado su figura y/o su mensaje a través de sus canciones”. (Koch, Paul H.; “Illuminati”; Ed. Planeta; Buenos Aires; Pág. 146 y 147).

 

   Crowley llamaba a Satán “mi señor” y decía, refiriéndose a la OTO: “No tenemos escrúpulos en restaurar la “adoración al diablo” (Pág. 28). Sin embargo, en la OTO, la adoración al diablo no se realiza abiertamente bajo el nombre de Satán, sino subrepticiamente bajo el nombre del ídolo satánico con cabeza de cabra: Bafomet. También denominado León y Serpiente, Bafomet es adorado como Dios en las misas gnósticas, que es la liturgia central de la OTO (Págs. 29-30).

 

   La misa gnóstica, ideada por Crowley, no es una misa negra, es decir, una Misa Católica invertida, sino una parodia blasfema de la Misa Católica (Pág. 15). Es muy importante entender que las raíces de la masonería se entrelazan con el judaísmo, lo cual nos ayuda a ver la mano de la masonería detrás los judaizantes de la Iglesia Católica.

 

   Heimbichner afirma que toda la masonería está subordinada al judaísmo. Un “operativo clave” (Se refiere a Félix Lazerus Pinkus (1881-1947), quien además se desempeñó como presidente de la Unión de Sionistas de Zurich) en la institución de la OTO, fue un miembro activo de la B’nai B’rith, que es la masonería judía (Pág. 89).

miércoles, 14 de agosto de 2024

EL LIBERALISMO ES MASÓNICO, ES DECIR, “ANTICATÓLICO”.

 




Los dos significados de la palabra “liberal”.

 

   Liberal, de la palabra latina liberalis, se dice de aquel que es generoso (capaz de “liberalidades”) y, más generalmente, de todo lo que es digno de una persona de condición libre, en oposición a la condición de esclavo. Liberales artes o doctrinae, las “artes liberales”, es la erudición. Este primer significado sobrevive más o menos en la expresión: las “profesiones liberales” (abogado, médico, arquitecto, escribano, etc.), es decir las que se ejercen más libremente que las profesiones asalariadas. La liberalidad es ya sea tener la disposición a dar generosamente, ya sea el don mismo hecho con generosidad. Ser liberal, en el sentido que emplean esta palabra Bossuet, Moliere y La Fontaine, es lo contrario de ser mezquino o avaro.

 

   Este primer significado no hace ninguna referencia a una doctrina política o moral particular.

 

   El segundo significado es ideológico. El liberal es entonces un partidario del liberalismo, doctrina a la vez económica, moral, política, religiosa, que hace de la libertad el principio director (supremo o inclusive único) de la vida individual o colectiva.

 

   Ideología a la vez filosófica y religiosa, política y moral, económica y social, el liberalismo encuentra resumida su expresión más definitiva en el himno que una jerarquía masónica hacía cantar en 1984 a las organizaciones católicas en el momento de las manifestaciones por la libertad escolar: “Libertad, creo que tú eres la única verdad.”

 

El primer error del liberalismo.

 

    Haciendo de la libertad el principio supremo o único de la organización política y social, el liberalismo comete el error de no reconocer su justo lugar a otros principios, iguales o superiores: entre otros el principio nacional, enaltecido por el nacionalismo, ya que ubica el bien común nacional por encima de los intereses particulares.

 

El segundo error del liberalismo.

 

   Pero, además, la libertad de la cual el liberalismo hace su principio supremo no es cualquier libertad abstracta o concreta. Es una cierta libertad: la entendida en un sentido muy determinado, aquel de la “declaración de los derechos del hombre” de 1789.

 

Los derechos del hombre.

lunes, 12 de agosto de 2024

LA COMUNION RECIBIDA DE PIE, Y LA HOSTIA PUESTA EN LA MANO, SON EL TRIUNFO DE LA MASONERIA.


 



   Revista Claves, Febrero 1993  (Tomado de la Revista «Qué Pasa», de Madrid, 26 de abril de 76)

 

   ¿Cuáles son en realidad las auténticas raíces de este mal (Comunión en la mano, recibida de pie, etcétera)? Hurgando más, y con documentos fehacientes en la mano, les diré que en los años 1928 y 1929, las circunstancias de la vida hicieron que cayeran en mis manos y pude examinarlos de cerca, documentos masones altamente comprometedores, tanto en político como en lo religioso. Entre los varios que tuve ocasión de examinar, citaré la obra «La Creation» de Jacques de Boyer (1820), en la que por primera vez se lee lo del punto «z» o de convergencia entre un «dios» que se está haciendo y el cosmos que en constante evolución va a su encuentro. (N. de T. Por lo visto Teilhard no era nada original)... Pero lo que más nos interesa ahora es el «Epistolario Guaita-Rocca-Encausse». (N. de T. Recordemos que el Abate Rocca fue uno de los infiltrados clérigos-masones más notables de su siglo, y que no se escondía para proclamar los planes de la masonería sobre la Iglesia. Escribió entre otras obras, «Glorioso Centenario» sobre estos planes)... En él aparece una carta fechada el año 1888 de Estanislao de Guaita, llamado el Mago Negro o poeta de Satanás, a Pablo Rocca, (eminencia gris de las logias, grado 33 de la Masonería), y en uno de sus párrafos dice así:

 

   «Hemos de trabajar activamente para lograr que en los templos romanos se comulgue de pie. El día que lo consigamos, nuestro triunfo estará asegurado».

 

   En el mismo año Pablo Rocca le contesta, y al hacer alusión a dicho párrafo, le dice:

 

   «Estoy totalmente de acuerdo con sus puntos de vista, pero será conveniente pasar rápidamente a una segunda fase, dando el pan en la mano a esos antropófagos fanáticos».

 

   El ex-canónigo de Perpignan sabe que con la comunión en la mano se arrancará el «fanatismo» (léase fe teologal) del corazón de los «romanistas». Estamos ya en 1889, y Guaita le contesta de nuevo:

   «Con estos dos logros, el resto caerá como fruta madura puesto que la Eucaristía es SOLAMENTE ESTO; UN AGAPE-SIMBOLO DE LA FILANTROPIA UNIVERSAL».

 

   Pocos años más tarde, sería el ex-abate Melinge quien escribiera:

 

   «El Presidente de la Asamblea pondrá sobre la mesa ritual la copa llena de pan y el jarro lleno de vino, para que los hermanos se sirvan ellos mismos a discreción, puesto que solamente ESO ES LA EUCARISTIA: AGAPE-SIMBOLO DE LA FILANTROPIA UNIVERSAL».

 

   Cuando a principios del presente siglo los modernistas se acercaron al Papa San Pío X pidiéndole conceder la Comunión de pie, alegando ya entonces que los israelitas comieron de pie el cordero pascual, símbolo o promesa de la Eucaristía, el Papa les contestó con esta frase lapidaria:

 

   «LOS SIMBOLOS Y PROMESAS SE ESPERAN DE PIE, MAS LA REALIDAD SE RECIBE YA CON AMOR Y DE RODILLAS».


domingo, 19 de mayo de 2024

LA ALTA VENTA DE LA MASONERIA ITALIANA – Por Jacques Crétineau-Joly. (Primera parte)

 







Nota de Nicky Pío: Esta breve obra la voy a publicar en partes, no es muy larga, sólo les recomiendo leerla con detenimiento.

 

   En 1825 una Comisión especial nombrada por S. S. León XII y presidida por Mons. Tomás Bernetti, gobernador de Roma, condenó a muerte, por varios asesinatos cometidos a traición, a dos carbonarios: Angel Targhini y Leónidas Montanari.

Sin embargo, se les comunicó que en atención al Jubileo que se estaba celebrando, esa pena se les conmutaría si pedían perdón y se reconciliaban con la Iglesia y con el Cielo.

   Camino del cadalso, varios sacerdotes amonestan con suavidad a los sentenciados, que permanecen obstinados.

   Ya ante el verdugo, mientras un gentío inmenso reza arrodillado, Targhini grita: “Pueblo, muero inocente, francmasón, carbonario e impenitente”. Y es decapitado.

   Montanari tomó entre sus manos la cabeza de su compañero ajusticiado y les dijo a los sacerdotes que lo exhortaban: “Esto; es una cabeza de una adormidera que acaba de ser cortada”.

   Los diarios de Francia y de Inglaterra aprovecharon la ocasión para acusar a la Santa Sede de crueldad y de “represión” y para glorificar como mártires a los dos vulgares asesinos.

   Mientras tanto, el jefe de la Alta Venta le escribe a uno de sus cómplices, Vindice, la siguiente carta, con su seudónimo de Nubius:

   “He asistido con la ciudad entera a la ejecución de Targhini y de Montanari; pero los prefiero muertos que vivos. El complot que locamente habían preparado con el fin de inspirar el terror no podía tener éxito, y pudo habernos comprometido; pero su muerte rescata estos pecadillos. Han caído con valor, y este espectáculo fructificará. Gritar a voz en cuello, en la plaza del Pueblo en Roma, en la ciudad madre del Catolicismo, en la cara del verdugo que os coge y del pueblo que os mira, que se muere inocente, francmasón e impenitente, es algo admirable: tanto más admirable cuanto que es la primera vez que semejante cosa ocurre. Montanari y Targhini son dignos de nuestro martirologio, puesto que no se dignaron aceptar ni el perdón ni la reconciliación con el Cielo. Hasta este día, los condenados, puestos en capilla, lloraban de arrepentimiento, a fin de tocar el alma del Vicario de las misericordias. Y éstos no han querido saber nada de las felicidades celestes, y su muerte de réprobos ha producido un magnífico efecto en las masas. Esto es una primera proclamación de las Sociedades Secretas y una toma de posesión de las almas.”

martes, 7 de mayo de 2024

Carta sobre los judíos y la masonería que recibió Agustín Barruel de Juan Bautista Simonini.

 




Copia de una carta; que yo, Agustín Barruel, canónigo honorario de Nuestra. Señora, recibí en París, el 20 de agosto de 1806.

Florencia, 19 agosto de 1806.

 

   Muy señor mío: Hace pocos meses tuve por casualidad la dicha de leer vuestra excelente obra titulada: Memorias de los jacobinos, que he leído, o mejor dicho devorado con indecible placer, y de la que he sacado grande utilidad y mayores enseñanzas para mí propia conducta, tanto más cuanto que en ella he encontrado pintadas infinidad de cosas de que en el curso de mi vida he sido testigo ocular, aunque sin comprenderlas del todo. Recibid, señor, por todo ello de este ignorante militar, que tal lo soy, las más sinceras felicitaciones por vuestra obra, que con justo título puede llamarse la obra por excelencia del pasado siglo. ¡Ah, qué bien habéis quitado la careta a esas sectas infernales, que preparan los caminos del anticristo y son las enemigas implacables, no sólo de la religión cristiana, sino también de todo culto, de toda sociedad y de todo orden!

   “Hay sin embargo entre esas sectas una, a la que no os habéis referido sino muy de pasada, quizá porque es la más conocida, y en este concepto la menos temible; aunque en mi opinión es hoy el poder más formidable, si se consideran sus inmensas riquezas y la protección de que goza en casi todos los Estados de Europa. Ya comprenderéis que me refiero a la secta judía. Parece en un todo enemiga y separada de las demás; pero realmente no lo es. En efecto, basta que cualquiera de ellas se declare enemiga del nombre cristiano, para que el judaismo la favorezca, la auxilie y la proteja. ¿No le hemos visto y no le vemos todavía ahora prodigar el oro y la plata para sostener y dirigir a esos modernos sofistas, francmasones, jacobinos e iluminados? Los judíos, por consiguiente, no forman con todos los otros sectarios si no una sola asociación para aniquilar, a ser posible, el nombre cristiano. Y no creáis, señor, que en esto exagero lo más mínimo; pues yo no sostengo sobre este punto nada, que no me haya sido declarado por los mismos judíos, y ved de qué manera:

   Cuando el Piamonte, de donde yo soy nativo, se hallaba en revolución, tuve ocasión de frecuentar el trato y tener confianza con ellos aunque ellos fueron los primeros en buscarme; y como yo entonces escrupulizaba poco, afecté estrechar con ellos grande amistad, y llegué a decirles, suplicándoles el más rigurosa secreto, que había nacido en Liorna de familia judía; que muy pequeño todavía, había sido educado por no sé quién que ni siquiera sabía si había sido o no bautizado, y que a pesar de vivir y obrar exteriormente como católico en mi corazón pensaba como los de mi nación, por los que había conservado siempre tierno y secreto amor. Entonces ellos me hicieron los mayores ofrecimientos y me franquearon toda su confianza. Me prometieron el ascenso de general, si me prestaba a entrar en la secta de los francmasones; me enseñaron grandes cantidades de oro y plata que distribuían, me decían, entre los que abrazaban su partido, y se empeñaron en regalarme tres armas adornadas con las insignias de la francmasonería, que yo acepté para no disgustarlos y animarlos a que me dijeran sus secretos. He aquí lo que los principales y más ricos judíos me descubrieron en diferentes ocasiones.

   Que Manes y el infame Viejo o anciano de la Montaña habían salido de su nación;

   Que la francmasonería y la secta de los iluminados fueron fundadas por dos judíos, cuyos nombres me dijeron más que por desgracia se me han borrado de la memoria;

    Que de ellos, en una palabra, habían tomado origen todas las sectas anticristianas, tan numerosas al presente, y cuyos afiliados ascendían a muchos millones de ambos sexos, de todo estado, categoría y condición;

II. El Reino de Satanás — la Francmasonería y el Liberalismo – Por Pedro Schumacher, Obispo de Portoviejo.

 



El Reino de Satanás.

 

   “En nuestra época parece que los fautores del mal se han unido en Inmenso esfuerzo, a impulso y con ayuda de una sociedad esparcida en gran número de lugares y vigorosamente organizada, la francmasonería.”

   “Los que tomando nombre de Libertad se llaman a sí mismos Liberales, son imitadores de Lucifer, aquel cuyo nefando grito es: “¡No serviré!” (Palabras de León Xlll.)

   1. ¿Existe en el mundo un reino de Satanás?

   Hay un reino de Satanás en el mundo como lo declara repetidas veces Jesucristo: “Llega el príncipe de este mundo y en mí no tiene parte alguna” (s. Juan 14, 30.) “El príncipe de este mundo ya está juzgado.” (Ibid. 16, 11.)

   2. ¿Quiénes forman el reino de Satanás?

   El reino de Satanás se compone de todos los que hacen la guerra a Dios y a su santa Iglesia, siguiendo el ejemplo de Lucifer, quien se alzó contra el Señor diciendo: “¡No serviré!”

   3. ¿Qué nombre toman los que en el día siguen la bandera del ángel rebelde?

   Los enemigos más declarados del reino de Dios forman en el día de hoy una sociedad oculta o secreta que se llama francmasonería, con la cual está íntimamente unida la secta del liberalismo, porque tiene el mismo fin y los mismos principios.

   4. ¿Cuál es el fin característico de las sectas masónicas y liberales?

   El fin de estas sectas es separar al hombre de Dios y destruir la autoridad de la Iglesia católica.

   5. ¿Qué diferencia hay entre los masones y la secta liberal?

   Los masones se tienen escondidos y no quieren ser conocidos; la secta liberal por lo contrario se manifiesta públicamente, ofreciendo a los pueblos progreso, civilización y felicidad nunca vista, con tal que se separen de la Iglesia de Dios.

   Del mismo modo engañó Satanás a nuestros primeros padres, ofreciéndoles que llegarían a ser iguales a Dios negándole la obediencia.

   6. ¿Cuál es el medio principal que los masones emplean para combatir a la Iglesia?

El medio principal que los masones emplean para destruir la religión de Jesucristo es desacreditar a los sacerdotes valiéndose de la calumnia y de la mentira.

   “Preciso es mentir como diablos, decía Voltaire, pues siempre queda algo.”

   7. ¿Cómo procede la secta del liberalismo para destruir la autoridad de Dios?

   El liberalismo quiere persuadirnos de que el hombre no tiene otra ley que su propia voluntad; que no depende de Dios ni de la Iglesia; de esta manera entiende la libertad que ofrece a los pueblos.

sábado, 13 de abril de 2024

Jacques Cathelineau (1759-1793) “La epopeya de la Vendée” – Por el P. Alfredo Sáenz S.J.

 




   Tal la primera figura importante que aparece en la contienda. Nacido en Pin-en-Mauges, era un hombre de pueblo, que recorría la zona en carro y hacía encargos a domicilio. Al mismo tiempo cumplía el cargo de cantor en la parroquia. Tratábase de una persona de fe sólida, cuyas virtudes lo recomendaban a todos los que lo conocían. A este joven alto, inteligente y de ojos vivos, la persecución religiosa lo había exasperado. Aborrecía la Revolución, y por donde pasaba no perdía ocasión de hablar a la gente en su contra. El hecho de ir de feria en feria, de mercado en mercado, le permitía conocer a todo el mundo en los alrededores, siempre diciendo francamente lo que pensaba.

   Pues bien, (…), el 11 de marzo de 1793 estaba preparando el horno con el fin de amasar pan para él, su mujer y sus cinco hijos, cuando llegó a su casa un primo suyo, que había sido convocado como conscripto en aquella famosa leva (reclutamiento forzoso) que provocó el golpe de Saint-Florent, y le relató lo que allí había sucedido entre los conscriptos y las autoridades del distrito.



   Se lavó las manos, se vistió a las apuradas, ciñóse una pistola, ató a la cintura el rosario, y se dirigió a la plaza para hablar con los paisanos. Tenía entonces 34 años. De entre los presentes 28 se le unieron. Los llevó entonces a la iglesia y puso en sus chaquetas una imagen del Sagrado Corazón. Volvió luego a la plaza. Se encontraban allí varias mujeres: “Ustedes, que no pueden combatir –les dijo–, recen por el éxito de nuestras armas”. Su esposa, llorando, quería retenerlo. “¿No ves nuestros cinco hijos? ¿Qué harán sin ti?”. A lo que te contestó: “Ten confianza; Dios, por quien voy a luchar, tendrá cuidado de ellos”. Algunos hicieron tocar las campanas a rebato, también en los campanarios vecinos. Y partieron para la Cruzada. Así se ha podido señalar el 11 de marzo como la fecha en que dio comienzo esta epopeya.

   Cathelineau y los suyos se dirigieron hacia Jallais, donde estaba apostada una guarnición de soldados. Sería preciso arrebatarles las armas. En las cercanías, una mujer les dijo: “Los republicanos tienen allí un cañón”. “Lo tomaremos”, respondieron. “¿Con bastones?”. “Con la ayuda de Dios”.

martes, 9 de abril de 2024

No es hoy permitido poner en duda la existencia de una sociedad oculta llamada francmasonería, cuyo secreto nada misterioso, consiste en unirse al demonio para destruir el reino de Dios sobre la tierra. – Por el R.P. ALFONSO BERTHÉ (redentorista)

 




   No es hoy permitido poner en duda la existencia de una sociedad oculta llamada francmasonería, cuyo secreto nada misterioso, consiste en unirse al demonio para destruir el reino de Dios sobre la tierra. Como Dios reina por Jesucristo, y Jesucristo por la Iglesia católica, los francmasones hacen el horrible juramento de aniquilar a Jesucristo y su Iglesia, al Infame, como decía Voitaire, uno de sus principales iniciados. Por largo tiempo disimularon la infernal conjuración tanto en público como en sus primeras logias; porque ni pueblo ni reyes habían progresado bastante para comprenderla: pero hoy que dominan en casi todos los tronos y dirigen los parlamentos y los gobiernos, trabajan ya al descubierto. “¡El clericalismo, ese es nuestro enemigo!” exclama uno de los cabezas del movimiento, con aplauso de todos los adeptos. Y a fin de que nadie se equivoque, la logia tiene cuidado de explicarles que no emplea la palabra “clericalismo”, más que para embaucar a los que todavía conservan cierto apego a la Iglesia católica; pues en el fondo, clericalismo y catolicismo, son una misma cosa. Por lo demás, ya es muy conocida la francmasonería, sus constituciones, sus ritos, sus execrables iniciaciones, sus juramentos, cuyas fórmulas sólo el infierno ha podido suministrar; y sabemos que todo se resume en esta blasfemia de Proudhon, el niño travieso y descarado de la secta:

 

Nota de Nicky Pío: Pocos son los católicos que saben quién fue este satánico masón y revolucionario llamado Proudhon, si reproduzco esta blasfemia en esta publicación no es para ofender a Dios, me guarde de semejante intención, pero seguro que  siendo una obra incluso para laicos y escrita por uno de los hijos (redentoristas) de San Alfonso María de Ligorio, R.P. Alfonso Berthé, en épocas (siglo XIX) en que la misma Iglesia lo hubiese censurado, y no lo hizo, considero pertinente publicarlo, para instrucción de los católicos ignorantes que piensan todavía que esta diabólica secta tiene algo de bueno. Pasemos a las blasfemias tan comunes en privado entre los masones y sus satélites.

 

   “Yo digo (dice el satánico masón Proudhon) que el primer deber del hombre inteligente es arrojar inmediatamente de su espíritu y de su conciencia la idea de Dios. ¡Espíritu mentido, Dios imbécil, tu reino ha concluido; busca otras víctimas entre las bestias que tú estás ya destronado y hecho añicos!... ¡Y tú, Satanás, calumniado por sacerdotes y reyes, ven, que te abrace y estreche contra mi corazón! Mucho tiempo hace que me conoces y que yo te conozco a ti. Tus obras, ¡oh bendito de mi corazón! no siempre son bellas, ni buenas; pero ellas solas dan sentido al universo y le impiden ser absurdo... ¡Dios es la hipocresía y la mentira; Dios la tiranía y la miseria; Dios es el mal! ¡Tú sólo, oh Satanás, favoreces el trabajo y pones el sello a la virtud!” (Proudhon, Contradictions économiques, t. I, 404, y De la justice dans la Revolution, t. II, 140.)

 

   No todos los francmasones usan el lenguaje de Proudhon; pero todos profesan en su corazón el mismo amor al mal, el mismo odio al bien. Su dicha consiste en propagar la revolución, que es la obra satánica: su triunfo, en derribar la Iglesia, reino de Dios y de Jesucristo. “No se ocultan ya, dice el Papa León XIII, y alzan atrevidamente su brazo contra Dios; traman abierta y públicamente la ruina de la Iglesia católica, y a toda costa quieren robar el mundo a Jesucristo y sus beneficios. (Encíclica Humanum, Genus).

 

   Con estos datos acerca de la secta, comprenderán nuestros lectores por qué todo buen masón ha debido considerarse como enemigo personal de García Moreno, destructor infatigable de la revolución. El concordato de 1862, repudiando el liberalismo, quebrantó en manos de la masonería su gran medio de acción; la constitución de 1869 osó proscribir a la secta como una calamidad pública; la protesta de 1871 contra la invasión de Roma por Víctor Manuel, clavó en la picota, a la faz del mundo entero, al ejecutor de sus sentencias, y a los reyes cómplices suyos, y en fin, la consagración de la república al Sagrado Corazón, ofreció el espectáculo singularísimo, único, de una nación que habiéndose escapado de las garras de Satanás, se arroja al Corazón de su Dios para amarlo, glorificarlo y servirlo. Era ya demasiado:

   “El jefe de Estado Don Gabriel García Moreno bastante atrevido (valiente) para tremolar el pendón de Jesucristo y pisotear el de Lucifer, fue condenado a muerte por el gran consejo de la orden, la masonería”

 

Fragmento tomado de  la obra “GARCÍA MORENO” Capítulo XIII “EL ASESINATO” – Escrita por el R.P. Adolfo Berthé. (Redentorista) siglo XIX.