domingo, 2 de noviembre de 2025

El caso de tres eventos blasfemos de la masonería, con diferencia de tiempo y lugar, pero con las mismas características – Una Investigación de Nicky Pío.

 



 

   Comentario de Nicky Pío: No se pierdan estos materiales que aportan datos muy interesantes. Primero me voy a referir a dos de los tres eventos históricos y documentados. La de los masones Garibaldinos. Y En una segunda publicación me voy a referir al evento de 1917 que se llevó acabo  con motivo del bicentenario de la fundación de la masonería, el cual fue presenciado por San Maximiliano Kolbe cuando era todavía un estudiante de teología en Roma. Cómo además esta experiencia de Maximiliano se relaciona con la Medalla Milagrosa, si Dios lo permite y la Virgen me ampara hare varias publicaciones durante el mes de noviembre, sobre Maximiliano Kolbe, la masonería y la Medalla Milagrosa que inspiro al Santo a luchar contra la secta diabólica.

 

  FUENTE DEL PRIMER EVENTO: “SACRÍLEGOS Y TRAIDORES” Del Apostolado de la prensa 1899.

 

   ¿Hay quien dude aún de que la alta masonería profese y practica la detestación de Cristo con el odio reconcentrado de todos los siglos; y el culto fervoroso de Lucifer? Lea, quién dude, el periódico que no ha mucho publicaban en la misma Roma los masones con el título de Satanás; vea pasear en triunfo por las calles de Génova (1) y de la misma Roma (2), en medio de rugidos e imprecaciones, la imagen del ángel maldito (Lucifer); preste oído a los acentos de exaltación y de gloria que a Satanás dedica en u n himno por su triunfo, Carducci, el poeta de la secta. Convictos y confesos quedan, pues, los masones, no sólo de sacrilegio, sino de satanismo.

 

(1) El 6 de Junio de 1837, con motivo de una procesión garibaldina. Los mismos, que permitieron esta procesión prohibieron la del “Corpus”.

(2) Con motivo de la apoteosis de Jodano Bruno.

 

 

   PROCESIÓN DIABÓLICA EN Bs. As. Argentina Siglo XIX.  Por el R. P. Ángel María de Arcos. S. J.

 

   El diablo es padre de todos los enemigos de Cristo, porque todos siguen las falsas máximas del diablo; pero además, en este siglo muchos masones y espiritistas tienen por Dios al diablo con los nombres de Satanás y de Lucifer. Este hecho se prueba por las mentiras que desde el 1892 se han escrito acerca del culto luciferino, sino que consta hace muchos años más por documentos fehacientes de la misma secta.

 

   Tengo a la vista una carta, fecha en Buenos Aires el 1º de Octubre de 1897, de persona muy grave: refiere el diabólico espectáculo que los garibaldinos y sectarios habían ofrecido al público aterrado, llevando en andas por las calles de aquella ciudad la estatua del mismo Satanás, vestido de mandil y demás insignias, con una bandera roja en que un león pisoteaba el Decálogo y el Crucifijo. En otra, que llamaron manifestación anticlerical, dieron vivas al infierno y mueras al cielo, y firmaron la renuncia al cielo y al Espíritu Santo. Esos son los italianísimos sectarios en Buenos Aires, repitiendo lo que en la misma. Roma hicieron pocos años hace.

 

Fuente: “Explicación del Catecismo Católico” Biblioteca del apostolado de la prensa. Año 1900

viernes, 19 de septiembre de 2025

ORÍGENES DE LA MASONERÍA – Por el Padre Denis Fahey. C. S. Sp (1883–1954)


 

   La masonería moderna organizada se remonta a la formación de la Gran Logia de Inglaterra en 1717, aunque sus ideales y creencias se remontan a la Antigüedad.  Los principios filosóficos de la masonería se derivan de cuatro fuentes:

 

   1) La Cábala judía.

   2) Ritos secretos paganos: egipcios, griegos, sirios.

  3) Parodias de ceremonias católicas como la ceremonia de la Comunión del siglo XVIII Grado de Rosa-Cruz.

   4) Diversas herejías: gnosticismo, maniqueísmo, albigense.

 

   La influencia más importante en la masonería ha sido la Cábala judía. El padre Fahey cita a la escritora inglesa Nesta Webster en su exhaustivo estudio sobre las sociedades secretas y la importancia de la Cábala judía en el desarrollo de la masonería:

 

    La fuente de inspiración innegable es la Cábala judía... Lo cierto es que cuando se redactaron el ritual y las constituciones de la Masonería en 1717, si bien se conservaron ciertos fragmentos de las antiguas doctrinas egipcias y pitagóricas, la versión judaica de la tradición secreta fue la elegida por los fundadores de la Gran Logia para construir su sistema. (Citado de Sociedades Secretas y Movimientos Subversivos)

 

   Webster continúa:

 

   La Cábala es el conjunto de doctrinas o tradiciones esotéricas o secretas, teóricas y prácticas, del judaísmo. La Cábala teórica o especulativa se ocupa de Dios y sus relaciones con el mundo, el hombre, los ángeles, etc., y está dominada por la teoría panteísta de la emanación. [Ibíd.]

 

   El padre Fahey cita al autor A. Preuss en su obra American Freemasonry, quien señala que la Cábala recibió la mayor parte de su influencia y contenido del paganismo:

 

   Es de la Cábala, que ha bebido profundamente de los antiguos misterios paganos, como también de estos mismos misterios, que debemos pedir una explicación de lo que es la Masonería y de los símbolos masónicos. Y: Debemos... estudiar el paganismo para comprender la Masonería. Los masones eruditos siempre han recurrido a fuentes paganas y siempre han podido encontrar en ellas la verdadera interpretación.

 

   Desde sus raíces pagano-cabalísticas, imbuidas de los ideales de la Ilustración, la masonería llegaría a dominar no solo el discurso político de gran parte del mundo occidental, sino que sus principios daría frutos particulares en la formación y el desarrollo de Estados Unidos. Y con el éxito del “experimento de libertad” estadounidense, la masonería inspiraría la Revolución Francesa y otras convulsiones sociales de los siglos XIX y XX que conducirían a la disolución de la cristiandad occidental.

 

El padre Fahey se basa en la excelente descripción que hace Preuss de la filosofía masónica:

 

   Entramos en la Logia y encontramos el símbolo G, tan distintivo de la Masonería como la cruz lo es del Catolicismo. Significaba DIOS, el fálico de la Logia, y Geometría, la teología de la Masonería. Nos dijeron que la Deidad en la Masonería era el Constructor, el arquitecto del universo, el superintendente bajo el cual nosotros también éramos constructores; y habiendo sido previamente informados de que la idea de constructor había sido tomada de los misterios paganos, en los que se adoraba a la Deidad en las facultades procreativas del hombre, nos resultó evidente que la Deidad de la Logia no podía ser otra que el hombre.

 

   La humanidad, por tanto, es divina y no una criatura con el deber de reconocer, obedecer y honrar a su Creador. Preuss añade:

 

   ...fuimos a la Masonería para una instrucción más completa. Nos instruyó en el estudio de la Geometría, y la Geometría nos instruyó en el estudio de la Naturaleza... Descubrimos que la Naturaleza podría llamarse Dios. Que el Universo era una emanación de Dios. Que las criaturas eran las ideas reales y existentes de Dios. Descubrimos que los antiguos sabios llamaban a Dios el Alma del Universo... Los cabalistas, nuestros teólogos de confianza, nos enseñaron que Dios y la Naturaleza eran uno, y por lo tanto, que Dios y la humanidad eran uno.

 

   Para llevar la Cábala y el paganismo a los estándares de la Ilustración del siglo XVIII, la masonería añadió el “dios” de la Razón a sus fundamentos filosóficos:

 

   Se nos presentó a Dios identificado con la Razón; de modo que Dios era Razón, y la Razón, Dios. Hasta que finalmente, en la lección culminante de la Masonería, el último o Secreto Real, se enseña claramente la Divinidad del Hombre en la fórmula geométrica del triángulo rectángulo: que Osiris e Isis producen a Horus; que los poderes generativos y prolíficos de la Naturaleza producen el Universo; que la unión de la Deidad y la Humanidad da origen al Hombre Divino, la antigua teoría pagana que considera a todos los dioses bisexuales. [Ibíd.]

 

   El Dios Deísta nace reemplazando a la Santísima Trinidad por el «Padre Desconocido de la Masonería», que en definitiva es la humanidad misma. Así como Satanás engañó astutamente a Eva prometiéndole a ella y a su ingenuo esposo que llegarían a ser omniscientes, la Masonería ofrece a la humanidad un futuro similar:

 

   Aquí tenemos la religión natural, aquí la gran revelación de la Naturaleza, aquí el Nuevo Testamento de la Masonería, en el cual, no el Yahvé cristiano, en Jesucristo, sino el Padre Desconocido de la Masonería, el Jehová cabalístico, en humanidad, «se ha encarnado y ha habitado entre nosotros». Dios encarnado —el Hombre Divino— no en Jesucristo, sino en plena humanidad, esta es la Deidad revelada por la Masonería. [Ibíd.]

 

«SOCIEDADES SECRETAS Y LA REALEZA DE CRISTO»

jueves, 4 de septiembre de 2025

O CON JESUCRISTO O CONTRA JESUCRISTO – Por San Ezequiel Moreno Díaz, Obispo de Pasto, Colombia.


 

   Comentario de Nicky Pío: Este escrito está dirigido contra la satánica y diabólica  doctrina de los llamados “Católicos neutrales o indiferentes” Que gustan de prender una vela a Dios y otra al demonio del liberalismo.

 

   Los liberales que hacen guerra franca a Jesucristo, y se despachan a su gusto contra todo lo que le pertenece, con ruido y escándalo; los que le persiguen de un modo más moderado y sin grandes alborotos; los que buscan el modo de que el liberalismo, sin dejar de ser tal, ande unido con el catolicismo, con perjuicio de éste, y los que ayudan y protegen a todos esos en su obra liberalesca, es claro y manifiesto que están contra Jesucristo, y no militan en el bando de los que están con ÉL Pero ocurre que hay católicos que creen poder permanecer neutrales, y no pertenecer a ninguno de esos dos bandos opuestos que hoy se disputan el gobierno de los pueblos, aspirando el uno a regirlos según la ley de Dios y enseñanzas de la Iglesia, y el otro sin tener en cuenta para nada lo que manda Dios y lo que enseña la Iglesia. Este es otro error que es preciso disipar, y a eso dedico este capítulo.

 

   Ese estado neutral, ese puesto medio en que quieren permanecer algunos católicos, es una ilusión, una quimera, un engaño completo, porque jamás ha existido ni existirá. Así lo declaró formalmente Jesucristo en su Evangelio cuando dijo: «El que no está conmigo, está contra Mí.» Algunos han querido oponer a esa sentencia esta otra, que se lee en San Lucas: «El que no está contra vosotros, por vosotros es.» Cornelio Alápide y todos los expositores dicen que no hay oposición entre esas dos sentencias, porque la última debe entenderse así: El que en nada está contra vosotros, está por vosotros. Eso no se verifica en el neutral en religión, y por eso resulta siempre que el que no está con Jesucristo, está contra Él.

 

   Tiene Jesucristo la plenitud de autoridad sobre las naciones, los pueblos y los individuos, y puede imponer su ley a unos y otros con pleno derecho a ser obedecido. Las naciones, pues, los pueblos y los individuos que están neutrales y les sea indiferente el que Jesucristo sea o no sea obedecido, están contra Él, porque no le procuran una obediencia que le corresponde, y dejan que no se le rinda el homenaje que se le debe como a Soberano Señor de todo, y permiten hasta que se le insulte y desprecie

.

   Jesucristo tiene derecho a que todo sea para Él, para gloría suya, y todo, por consiguiente, debe ordenarse a ese fin en el gobierno de las naciones, de los pueblos, de las familias, y en la conducta de los individuos. Los que no procuren ese estado de cosas, aquéllos para quienes sea indiferente que se le dé o no se le dé gloría a Jesucristo, que se le reconozca o no por Soberano Señor de todo, que se le sirva o no se le sirva, están contra Jesucristo.

 

   De aquí se puede deducir que un Gobierno, aun cuando no dicte leyes de persecución contra la Iglesia de Jesucristo, con sólo el hecho de mostrarse indiferente para con ella, está ya contra Jesucristo. Esto se comprenderá mejor con un ejemplo.

 

   Supongamos que un hombre se presenta de repente en una, casa, y dirigiéndose puñal en mano a la señora de ella, le exige cuánto dinero guarda en sus arcas, so pena de hundirle el puñal en el pecho. Allí mismo está un hijo de la señora, fuerte y robusto, que puede, muy bien defender a su madre y librarla de aquel peligro; pero lejos de hacer eso, dice para sí: «Ahí se las arregle mi madre como pueda. Si la roban, que la roben; si no quiere dar el dinero y la matan, que la maten; nada tengo que ver en eso; observaré una conducta neutral ¿Quién no dirá, en este caso que ese hijo, en el mero hecho de no obrar a favor de su madre pudiendo hacerlo, obró contra su madre? Esto es indudable, porque la madre salió perjudicada por no haberla defendido su hijo. »

 

   Hace lo mismo un Gobierno que ve y observa los daños que se hacen a la Religión de Jesucristo, y dice como aquel hijo: «Ahí se las haya la Religión como pueda. Si se blasfema de Dios, que se blasfeme; si se propagan errores contrarios a sus doctrinas, que se propaguen; si se la borra de los corazones por la seducción, que se la borre; si desaparece totalmente de los pueblos, que desaparezca; si Jesucristo es olvidado por completo, me da lo mismo; no tengo que ver en eso. Yo he de permanecer neutral.» ¿Quién puede dudar, preguntamos de nuevo, de que ese Gobierno está contra Jesucristo?

 

   La misma doctrina se puede aplicar a los individuos que pueden y deben hacer algo por Jesucristo y no lo hacen.  Hoy se encuentran muchos de esos, que dicen muy frescos: no me meto en política; allá se las arreglen; que suba el que quiera; lo mismo me importa que manden unos como que manden otros. ¿Quién no ve que estos hombres están contra Jesucristo, puesto que nada les importa que suban al poder hombres que lo persigan en su Iglesia, en sus ministros y en sus cosas?

 

   Hay otros muchos de los que cada uno de ellos se explica de este modo: Sensible es todo lo que está pasando; grande es el peligro en que nos hallamos; los enemigos de Dios trabajan con ardor; pero ¡qué hemos de hacer! Yo con nadie pienso meterme; no es cuestión de indisponerse con nadie.

 

   Algunos o muchos de los que hablan de ese modo pueden hacer mucho por Jesucristo, o por su posición social, o por su talento, o porque disponen de no pocos recursos; no lo hacen y dejan que trabajen los enemigos de Jesucristo, con tal de que esos enemigos de Jesucristo sean amigos de ellos y no los persigan como hacen con el Divino Maestro: ¿Diremos que éstos están con Jesucristo, siendo amigos de sus enemigos y no oponiéndose a sus planes de guerra a Jesucristo, pudiendo hacerlo?

 

   Basta: esos neutrales están juzgados por Jesucristo con esta sentencia que dió contra ellos: «Quien no está conmigo, está contra Mí.»

 

CARTAS PASTORALES

CIRCULARES Y OTROS ESCRITOS

 

domingo, 13 de abril de 2025

La masonería revela sus intenciones.


 

   


   Como saben los lectores, esta muchacha, hasta hoy, temiendo que su belleza no fuera muy atractiva, se encerraba en logias y desde allí, envuelta en misteriosas sombras, ordenaba y obligaba a sus numerosos novios parlamentarios a cumplir sus órdenes.

 

   Pero con la aurora matutina del siglo XX, el reptil emergió de su cueva, y la luz luciferina de Acacia, su nuevo periódico oficial, apareció en toda su fealdad, proclamando a los cuatro vientos:

 

   «La masonería es una rama organizada del Partido Republicano contra la Iglesia Católica... La masonería es una iglesia contra la Iglesia; es contracatolicismo».

 

   El nuevo órgano de la masonería desenmascarada fue anunciado mediante una pastoral, en la que se expuso el programa de Acácia:

 

   «La lucha contra la enseñanza de la Iglesia católica y su disciplina es la principal preocupación de la mayoría de los masones franceses, belgas, italianos, españoles, portugueses (nótese bien) y sudamericanos»...

 

   «Esta situación –añade la circular– no es la misma en los países protestantes, porque la masonería no pretende descristianizar, sino descatolizar los países latinos, es decir, los católicos».


   No era necesario que Acácia nos dijera qué era la masonería, qué quería y de dónde venía. Todo esto ya lo sabíamos, y ya hemos desenmascarado sus secretos, muchas veces aquí, y en los periódicos católicos no había ninguna ignorancia al respecto.

 

   Todos los católicos sabíamos que esta gente solo podía venir del infierno y que de allí nada bueno podía salir. Pero es bueno saber, y renovar este audaz pasado de las logias luciferinas, para seguir tomando  precauciones, y advirtiendo a aquellos que  lo necesitan, estén siempre alertas.

 

«Voz de S. Antonio: Revista Mensual Ilustrada», Año 9, n° 2, febrero de 1903.

sábado, 8 de febrero de 2025

EL SATANISMO EN LAS LOGIAS MASÓNICAS – Apostolado de la Prensa 1898.





   Para demostrar que así es, no hay necesidad de recurrir a las revelaciones de los masones convertidos, que si en muchos, por la misericordia de Dios, son sinceras, en otros pueden infundir sospechas, por creerlas hijas, o del deseo de especular con narraciones estupendas que den más valor a su interesada conversión, o del propósito de burlarse de los católicos, con evidente cinismo.

 

   No; no hay necesidad de esos testimonios para que quede patente y manifiesto que el satanismo es el culto secreto de la masonería en algunos de sus altos grados, o mejor dicho, en algunas de sus misteriosas reuniones, a que sólo asisten los verdaderamente iniciados en los fines abominables de la secta condenada. Otros testimonios hay de cuya veracidad no puede sospecharse por hallarse estampados en documentos no destinados a la publicidad entre los profanos, ni aun entre la turba multa de masones que sólo conocen de la secta lo que ésta quiere mostrarles, y a esos testimonios vamos a acudir para que el punto objeto de las presentes líneas quede dilucidado por completo y en términos que no permitan abrigar la menor sombra de duda.

 

   Comenzaremos por el testimonio de uno de los jefes de la masonería, de más indiscutible autoridad en la secta, por Alberto Pike, el soberano gran comendador que fué del supremo consejo de Charleston, de quien han recibido los poderes que ostentan, casi todos los orientes europeos, entre ellos el que en España presidió algún tiempo el actual presidente del Consejo de ministros, D. Práxedes Mateo Sagasta. Leamos la definición del gran arquitecto del Universo, que es el nombre con que en las logias se designa a la divinidad que los masones adoran.

 

   «El gran arquitecto del Universo —decía Alberto Pike en el periódico masónico titulado La Chaine d'Union, correspondiente al día 20 de Marzo de 1876— debe ser considerado, no como un principio más o menos vago, sino como una personalidad viviente.»

 

   Por aquí vemos que la masonería adora a un ser viviente; pero vemos también que ese ser no es el Dios de cielos y tierra que adoramos los católicos, porque si así fuera, es de entender que lo habría declarado Alberto Pike de una manera terminante. ¿Cuál es, pues, el ser á quien adora la masonería?

 

   Sigamos copiando, y pronto saldremos de dudas:

 

   «El genio del porvenir, nuestro dios —dice el masón Serafini, según la Revista de la masonería italiana correspondiente a los años 1879-80, pag. 265-lleva en sí el germen de la nueva ley del bien... Saludad al genio renovador, vosotros todos los que sufrís. ¡Levantad vuestras frentes, hermanos míos, porque ya llega a vosotros Satanás el Grande!»

 

   Después de esta horrible revelación, hecha por un masón no arrepentido, en uno de los periódicos oficiales de la infame secta, toda duda respecto de quién es el ser viviente que según Alberto Pike adora la masonería bajo el nombre de gran arquitecto del Universo, se desvanece. Mas para que no se diga que nos agarramos a una declaración individual y aislada, veamos lo que dijo el masón Gustavo Desmons en el Memorándum du Rite écossais anden et accepté del oriente de Francia, correspondiente al año 1884, núm. 85, pág. 48:

 

   «Los dos campos están perfectamente deslindados: el campo de Dios y el campo de Satanás.»

 

   ¿Lo quieren nuestros lectores más claro todavía?

 

   Pues lean lo que Adriano Lemmi, el sucesor de Alberto Pike en la dirección de la masonería luciferiana, dijo en el banquete masónico solsticial que se verificó en Ñapóles en Diciembre de 1892, tal y como por aquel entonces lo refirieron los periódicos adictos a la masonería:

 

   «Bebamos – blasfemó – en honor del genio que ha inspirado a nuestro hermano Carducci un himno inmortal..., el genio invencible, que es alma de la revolución.»

 

  Digamos, por si alguno de nuestros lectores lo ignora, que el himno inmortal á que se refería el masón Adriano Lemmi, es un himno a Satanás compuesto por el infame Carducci.

 

MÁS TESTIMONIOS.

 

   La misma Revista de la masonería italiana, más arriba citada, en su volumen correspondiente al año 1891, pág. 243, escribía á propósito del himno satánico-carducciano:

 

   «El período de las lágrimas ha llegado para el Vaticano. Las puertas del infierno han prevalecido. Satanás ha vencido y con él la rebelión, la fuerza vengadora de la razón, y ha vencido per omnia saecula saeculorum»

 

   Después de pruebas tan concluyentes, sólo queda esta duda por resolver: ¿Tiene la masonería organizada un culto a Satanás con templos apropiados y ceremonias particulares?

 

   A esta pregunta hemos de responder que la existencia en la masonería del “rito paládico” es incuestionable; de ella dan testimonio rituales impresos, en los que figuran como ceremonial de la admisión de la mujer a los altos grados de la masonería femenina los ósculos indecentes al macho cabrío, representación de Satanás en todas las escenas de brujería.

 

  Pero hay más: un colaborador de la excelente Revista antimasónica de Roma, de quien hemos tomado algunos datos para darlos a conocer en esta sección, en testimonio de la verdad de nuestras afirmaciones, denunció no hace mucho tiempo la existencia de un templo dedicado a Satanás en el palacio Borghese de Roma, donde tienen su domicilio los centros directivos de la masonería italiana.

 

   El masón Ulises Bacci, uno de los dignatarios del oriente de Roma, quiso desmentir la noticia en la prensa; pero el colaborador de la Revista antimasónica mantuvo sus afirmaciones.

 

   Para atemorizarle se le hizo saber que el gran consejo de la masonería italiana iba a presentar ante los tribunales de justicia una querella por difamación. Y efectivamente, el gran consejo citado deliberó sobre el asunto y acordó...que no era oportuno presentar la querella. Excusamos decir que el valiente colaborador de la Revista antimasónica sigue sosteniendo sus afirmaciones y retando a los masones a que le desmientan.

 

   Y los masones, ni que decir tiene, siguen rehuyendo la cuestión bajo pretexto de que no es oportuno promover querellas sobre el asunto, sin duda por aquello de que peor es meneallo (embrollarse).

 


 

jueves, 14 de noviembre de 2024

Origen talmúdico de la secta (masonería) – Por F. FERRARI BILLOCH


 



   “La gran asociación cabalística conocida con el nombre de MASONERIA” (De la revista masónica “Latomia”.)

   “La cábala disidente es la obra de los rabinos, que han falsificado la tradición talmúdica."

   (Gougenot des Mousseaux.)

 

   Pero ¿de dónde surgió y cómo surgió esa secta?

   Muy vagos son los orígenes de la Masonería. Los historiadores imparciales y los historiadores masónicos no se han puesto de acuerdo — ¡ni se pondrán jamás!—. La verdad es que no se le puede precisar su oscuro origen.

   “La Masonería —dicen ellos: Casard, Ragón, Clavel, Almeida, Des Etangs... — ha nacido del odio del mal y del amor al bien (dualismo). Es, por consiguiente, tan antigua como el hombre y durará mientras éste exista.”

   Hay historiador masón que, de absurdo en absurdo, supone nada menos que el primer hombre, Adán, es el fundador del Arte Real y que enseñó a sus hijos la Geometría y artes conexas. La desfachatez de Oliver lleva las estúpidas suposiciones de Anderson a situar el origen del masonismo en el Paraíso Terrenal (¡ !) y hace de Moisés un gran maestre — un Morayta, por ejemplo — y de Josué un modestito hermano orador. Preguntádselo a cualquier hermano, y con fe de masón os jurará que es verdad.

   ¿Por ventura en el templo de la Logia Fraternidad Ibérica, de Sevilla, no aparecen los nombres de Budha, Zoroastro, Pitágoras, Moisés, Solón, etc., etc., como masones? En la desfachatez de apropiarse grandes figuras de la Historia no tienen rival los hombres del mandil. ¡Si hasta el desgraciado príncipe don Carlos, primogénito de Felipe II, lo presentan como un mártir de la Masonería! Claro que el príncipe, como es sabido, anduvo en relaciones con los herejes flamencos; pero ya veremos en el momento oportuno cómo ese MONSTRUO invisible de los PODERES OCULTOS quiere envolver con su baba repugnante ¡¡nada menos que el solio pontificio!!

   Desde luego, la Masonería no es una organización surgida esporádicamente. Se ha venido desarrollando poco a poco, y tanto sus ideas como sus medios de acción le han sido transmitidos por una porción de sociedades más o menos ocultas, y, por otra, se ha ido filtrando en ciertas agrupaciones, que ha llegado a absorber, tomando de ellas lo que consideraba necesario.

 

   Orígenes judeocabalísticos de la Masonería. — Influencias talmúdicas. —Cómputo del tiempo.

 

   Toda ella —su rito y sus procedimientos— está impregnada de primitivos misterios y de simbolismo hebraico. Como organización de tipo ocultista, tiene raíces que succionan en los misterios de los gimnosofistas de la India —Zoroastro, los magos y los budhistas — y en las iniciaciones egipcias. Las pruebas que se exigían para ser iniciado en los misterios de Isis y Osiris eran terribles, complicadas y célebres. Los pocos que salían ilesos de las pruebas físicas y tenían el suficiente valor para soportar las morales se igualaban a los sacerdotes y gozaban de las ventajas que pueden proporcionar la virtud y la ciencia. Esas pruebas, simbólicamente, han conservado todo su sentido, sin llegar al horror del laberinto de Eleusis, en las actuales iniciaciones de las logias. Para la Masonería, esos sacerdotes egipcios, sobre todo los de Menfis y Heliópolis, son los primitivos hermanos, por lo que el caracterizado h :. Ragón exclama:

   “¡Masones de todos los ritos, he aquí a vuestros primeros fundadores: Indra, Zoroastro y Budha!”

   A pesar de esa retumbante afirmación, ya veremos lo que hay debajo de tal pretensión.

   Desde luego, la celebridad de los misterios egipcios excitó vivo interés. En ellos vinieron a instruirse Orfeo, Thales, Solón, Pitágoras, Licurgo y Moisés. Las enseñanzas de los magos se conservaron en el pueblo judío hasta en tiempos de Salomón, y a través de la leyenda del maestro Hiram —una fábula de triple sentido: religioso, político y social — ha pasado el espíritu esotérico de aquellas ceremonias rituálicas a las logias masónicas actuales, y en las tenidas de iniciación el neófito presta ante el Mistagogo, hoy el venerable, juramento de guardar el secreto, como se hacía al comenzar la iniciación gnóstica.

   De aquí también que los ritos y símbolos más o menos tenebrosos de la Masonería y de otras sociedades esotéricas recuerden constantemente la cábala y el judaismo. Los masones — es lo primero que se dice al neófito en el discurso de bienvenida que pronuncia el hermano orador — persiguen la reconstrucción del templo de Jerusalén, reconstrucción que simboliza la obra moral que pretenden realizar.

   En el capítulo El mito de Hiram y la hipótesis judeocabalística en Masonería dice la revista masónica Latomia (Esta revista, editada por la logia madrileña La Unión, se presenta como uno de los “orgullos” de la Masonería española. Llegan a centenares las cartas recibidas de todas las logias del mundo felicitando a La Unión por el tono de prestancia intelectual que ha logrado darle. Entre tantos parabienes hay también la protesta de altos grados, por entender que en algunas cuestiones se levanta demasiado la punta del velo que encubre los secretos de la secta.):

   “Si el Talmud es el alma del judío, la cábala, cuyo código fundamental es el zohar, es el alma del Talmud. En los campamentos antisemitas y espiritualistas hay a ese respecto una opinión formada desde hace mucho tiempo. Dos especies existen de cábala: la antigua y la farisaica.

   Los rabinos hacían derivar la antigua de Moisés. El sentido oculto de la Torah sería revelado por Yahvé en la montaña de Sinaí al propio Moisés, que la transmitiría a Josué, y que los doctores de la ley conservarían intacta. Durante el cautiverio de Babilonia se hicieron en la vieja tradición infiltraciones de carácter abstruso, y en los últimos tiempos de Jerusalén los rabinos convirtieron la teología mística en talmúdica, enseñanza oral que desnaturalizaron con adaptaciones hechas de las filosofías orientales y muy particularmente del panteísmo y del sabeísmo persa. Tal fué la iniciación de la cábala farisaica.

   Renovada ésta por los rabinos del siglo II y III, dió origen a la magia y a las sociedades secretas. La cábala es la madre de las sociedades secretas, y extirpada violentamente por las prescripciones antitemplaristas, sus doctrinas y sus ritos se refugiaron en las doctrinas y los ritos conocidos aún de la Masonería antigua y moderna. La gran asociación cabalística conocida en Europa con el nombre de Masonería aparece en el mundo en el momento en que la protesta contra la Iglesia acaba de escindir la unidad cristiana. Nótese de paso que uno de los más talentosos prosélitos de Martín Lutero era el ferviente cabalista Reuchlin. Todas las religiones verdaderamente dogmáticas han salido de la cábala y a ella vuelven. Lo que hay de científico y grandioso en los sueños religiosos de todos los iluminados —Jacobo Boehme, Swedenborg, Blake, Saint-Martin, etcétera — de la cábala proceden. Todas las asociaciones masónicas le deben sus secretos y sus símbolos. La doctrina cabalística es el dogma de la alta magia.

   Otro argumento probativo del origen talmúdico de la Masonería se deduce de su lenguaje simbólico. La hipótesis del origen judeocabalístico de la Masonería goza fueros de auténtica. Sería difícil — dice Bertrand en L’occultisme anden et moderne — dudar de los lazos de parentesco que existen entre la Francmasonería, de cualquier rito que sea, y el judaismo procedente de la cábala farisaica. Y para aquellos a quienes estas pruebas no basten presentaremos otras más perentorias.

   ¿Cuál es el medio que nos sirve para distinguir a los pueblos de distinta raza? ¿La lengua? Pues bien: la Masonería nunca dejó de hablar la lengua del Talmud. La palabra de paso del rito francés es para el grado del maestro Tubalcain, y la palabra sagrada, Jakin, nombre de las dos columnas del templo de Salomón. Booz es la palabra sagrada del rito escocés para el grado de aprendiz —se pronuncia Bogaz en hebreo (1) —. Para el grado de maestro del rito francés se adoptó Giblin como palabra de paso, que hace recordar a los giblinos que Salomón empleó para tallar las piedras, en la construcción del templo.

   En las logias de adopción, o Masonería de mujeres, para la recepción de una maestra, el cuadro representa: primero, la escala de la maestra; segundo, la torre de Babel; tercero, José en la cisterna; cuarto, el sueño de Jacob; quinto, la mujer de Loth transformada en estatua de sal; sexto, el incendio de Sodoma; séptimo, el sacrificio de Abraham; octavo, dos copas inflamadas; noveno, el arca de Noé sobre el monte Ararat, etcétera, etc. Babel es la palabra de paso, y Havt-jair la palabra sagrada. En hebreo, Havot-Jair significa oppida iluminationis. En el grado de maestra perfecta, el gran maestre representa a Moisés y la gran maestra a su mujer, Séphora. Al hermano depositario se le llama Aaron. La palabra de paso es Beth-Abara, del hebreo Beth-Hébet; la palabra sagrada, Achitob, de Ahhitoub.

   Para el grado de elegida, sublime escocesa, el maestro tiene el mismo nombre del sumo sacerdote Eliacin, gobernador de Bethulia; el primer vigilante se llama Osias, príncipe de Judá; la hermana recipiendaria toma el nombre de Judith. Cuando se recibe al maestro secreto de los grados capitulares escoceses, la logia simboliza el Santo de los Santos. El venerable representa al rey Salomón, y la vigilante toma el título de inspector con el nombre de Adonhiram. Ziza es la palabra de paso. Era el nombre del hijo de Jonatán. Fué escogida para palabra sagrada la letra Iod; tomada en el sentido cabalístico, significa Dios, principio, unidad. En la recepción de maestro perfecto, el venerable personifica a Adonhiram, hijo de Abda. El vigilante se llama Stfkin, y el introductor, Zerbal. La primera palabra de paso es Zerbal, nombre del comandante de las guardias de Hiron, rey de Tiro. La palabra sagrada es Joah, por Jehovah.

   La Masonería adoniramita presenta idénticos caracteres. Ejemplo: para el grado de maestro perfecto, la palabra de paso  es Monte Líbano, y la sagrada, Jehová. En el rito de Misraim, que se compone de noventa grados, no hay palabra ni de paso ni sagrada que no provenga del Talmud. La misma observación puede hacerse con el rito de Menphis. La Masonería de los mohabitas o caballeros prusianos reteja también con palabras hebreas. Tomando el índice de la mano derecha y apretándolo con el pulgar, el retejado dice Sem, y el examinador, haciendo igual toque, pronuncia la palabra Cham. Se repite el toque y se pronuncia la palabra Jafet. La palabra de paso, pronunciada tres veces con tono lúgubre y lento, es Phaleg.

EL CÓMPUTO DEL TIEMPO.

 

   “Los francmasones, como los judíos, hacen el cómputo del tiempo no por la nueva era, sino a partir del primero de marzo, que es para ellos el comienzo del año. Y no dicen marzo, abril, mayo, etc., sino misan, jiar, sivan, thamuz, ab, elul, thischri, marchhescvan, kislev, tebeth, shebat y adar.”

   Era conveniente demostrar con textos masónicos que las logias están impregnadas, en lo externo, del espíritu del judaismo talmúdico.

 

   (1) Queda ya dicho que entre las felicitaciones recibidas por la Logia La Unión figuraban no pocas protestas de aquellos “talleres” que mantienen un criterio cerrado y ortodoxo. Véase, por ejemplo, esa interesante “plancha” de la Logia Tánger, número 45. Dice:

“Vall:. De Tánger (Marruecos). 9 de julio de 1933 (Era vulgar). —A la Resp :. Log:. La Unión, número 88.— Wal:. de Madrid.—V:. MM:. Y QQ:. HH:. Les comunicamos que este “taller”, en su “tenida” celebrada el 6 del actual, consideró nefasta para la Masonería a vuestra publicación LATOMIA, al insertar en la misma y con ello dar publicidad al mundo profano de NUESTRAS PALABRAS SAGRADAS Y OTROS SECRETOS, LOS CUALES PROMETEMOS SOLEMNEMENTE NO REVELAR NI AUN A NUESTROS MISMOS HH:. AL INICIARNOS Y EN TODOS NUESTROS ACTOS. Les rogamos, pues, nos comuniquéis en virtud DE QUE AUTORIZACION os servís cometer tales anomalías, pues esto está fuera de nuestros Reglamentos, y, como ya lo decimos más arriba, al llegar tales conocimientos al mundo pro fano, nos vemos profanamente vendidos y perjudicada nuestra augusta Orden. Vuestra publicación para el mundo masón está profusamente redactada, y es por lo tanto también educativa; pero por lo mismo, es nuestro entender que no deben llegar tales conocimientos al mundo profano. Rogamos nos ilustréis sobre el particular. Recibid, venerable maestro y queridos hermanos, el triple abrazo fraternal y ósculo de paz que por nuestro conducto os envían todos los obreros de este “taller”. — El venerable maestro Juan Pérez; el secretario guardasellos, Benítez.” (Firmado y sellado.)

   Esta logia que EXIGE es de Tánger. Lo mismo EXIGEN logias de América que de Francia, Suiza, Luxemburgo, etc.

   ¿Y quién puede dar o negar esa AUTORIZACION? SOLO UN PODER QUE DESDE LUEGO NO RESIDE EN ESPAÑA. ¡Y los ministros masones están sometidos a ese PODER! ¡Y los GOBIERNOS MASONES están sometidos a ese PODER!

   ¡Asi tuvo que aguantar nuestra Patria el turbulento bienio social- azañista-masónico!

 

“LA MASONERÍA, AL DESCUBIERTO”

F. FERRARI BILLOCH

31 de enero de 1936.

 

  

 

 


jueves, 10 de octubre de 2024

María reina sobre los poderes de las tinieblas. Año 1908.

 





La Virgen María enemiga de Satanás, y de la secta satánica llamada “Masonería”

 

En nuestros días no se ataca sólo un punto del dogma, sino toda la fe, todo el Decálogo, todo el Evangelio, toda la religión revelada y natural. Ésta no es la vieja herejía que conservó parte del “Credo”; ni siquiera es deísmo; ¡Es el ateísmo, es la acumulación de todos los errores juntos! Satanás se convierte hoy en perseguidor: dondequiera que puede oprimir las conciencias, mata la libertad. Él arroja barro a todo lo que es más precioso y sagrado para nuestro corazón.

 

Y para realizar con mayor seguridad su obra de odio, Satanás ha dado origen a una secta, a la que anima con su espíritu; es una secta verdaderamente infernal llamada “MASONERÍA”, fundada por los discípulos de Satán. Una logía masónica Varsovia, llamada “Pensamiento Independiente”, blasfema contra la Divinidad de Cristo y la Inmaculada Virgen María. En el pasado, cuando la Iglesia condenaba una herejía, el clero y el pueblo la maldecían. ¡Hoy, hermanos, maldigamos con valentía esta gran herejía satánica, llamada masonería!

 

Escuchemos lo que dice San Juan en el Apocalipsis. Cuando habla sobre “La Bestia” que surge de la tierra firme (El Falso profeta) y de la bestia de mar (El Anticristo). Satanás es el dragón apocalíptico, y bien podemos decir que la masonería es su instrumento en la tierra. San Juan dice: El dragón le dio un poder terrible, “El dragón le dio su poder y gran autoridad”. Sus seguidores y admiradores, dicen: ¿Quién como la bestia? ¿Y quién podrá luchar contra ella? Bien podemos decir, que estás palabras de Juan se pueden aplicar a la masonería, es la bestia de la tierra que recibe el poder del dragón, Satanás, a quién adoran los masones.  Hermanos, ¿no son éstas las prefiguraciones de nuestros días? ¿No es la masonería como una deidad monstruosa, temida por los católicos timoratos, a quien los ateos llevan incienso? ¿No creó acaso, masonería una religión, y un culto a Satanás? ¿No exclaman sus adoradores con confianza exagerada: ¿Quién es como nuestra secta? ¿Quién podrá resistirla? ¡Quiere reinar y reinará! Quiere matar a Dios, a su Cristo, a la Santísima Virgen, y a la Iglesia Católica en los corazones de los hombres, y lo están logrando en muchas almas!

 

¡Esta es “La Bestia”! “Y abrió su boca, dice San Juan, para blasfemar contra Dios, para blasfemar de su nombre y de su templo”. El templo de Dios es la Iglesia, porque tiene la gracia de Dios, que da al mundo. El papado es el templo de Dios, porque tiene la verdad infalible de Dios, que da al mundo. El santuario de Dios es la santísima Eucaristía, porque contiene el Cuerpo de Dios y lo entrega al mundo. La Virgen Inmaculada es templo de Dios, porque llevó en su seno la Palabra de Dios y la entrega al mundo. Contra estos templos se levanta esta voz de Satanás, el Dragon, y las logias lo secundan en estas blasfemias, como la bestia que recibe del dragón.

 

Y como no es fácil atacar a Jesús y María que están en el cielo, la bestia vuelve su furia sobre Sus fieles servidores en la tierra. Donde puede los encarcela y los mata; y cuando no puede hacerlo, al menos los arruina: “Nadie, dice San Juan, puede comprar ni vender, excepto el que tiene la marca o el nombre de la bestia”. ¿No es ésta nuestra historia? ¿Quién persigue a la Iglesia de Dios hoy? ¿Quién muestra la intolerancia de la forma más terrible? ¿Quién crucifica nuevamente a cristo,  en nombre de una la falsa libertad? ¿Cómo Cristo en el Gólgota, así sufra la iglesia hoy? ¿Quién piensa en privar a los católicos de todo para que no puedan conseguir ni un pedazo de pan, quién llena las cárceles con ellos? La Bestia (de la tierra) –  la ¡Masonería!