En el momento en que se daba comienzo al Concilio Vaticano II (Octubre de 1962), una sociedad secreta muy poco conocida, la Ordo Templis Orientis (Orden del Templo de Oriente) (OTO), realizó una ceremonia a fin de celebrar la apertura del Concilio.
El
icono oculto de la OTO, el “Stele of Revealing” (Estela de Revelación):
“Estela: Una losa
de piedra o un trozo de madera con una inscripción o diseño que fue usado como
un monumento o jalón de una sepultura. En particular la Estela de Revelación es
un objeto religioso egipcio que data de la época de la dinastía 26a. Se trata
de una de una madera (de 31 x 51.5 cm), revestida con estuco y pintado con
escenas mitológicas y escritura jeroglífica. Fue hecho para conmemorar la
muerte de un sacerdote de Tebas, consagrado al Dios Mentu, llamado
Ankh-f-n-khonsu. Aunque muchos objetos fueran típicamente sellados dentro de la
tumba junto con el cuerpo, objetos funerarios como éste fueron colocados fuera
de la tumba como un punto focal para los ofrecimientos dados por amigos y
parientes del difunto. Después de descubrir este Stele en un museo en El Cairo,
Crowley
recibió la comunicación mística conocida
como el Libro de la Ley.” Fue
llevado desde Hamburgo a través de Alemania hasta Zurich y luego hacia Stein,
donde se lo guardó en la capilla de la OTO, mientras resonaban las campanas,
llamando a un ritual gnóstico (Pág. 103).
Simplemente ¿qué es esta Orden de los Templarios Orientales? Y ¿qué
conocimiento previo tenía de los planes del Concilio que los llevó a celebrar
su apertura?
Estas
preguntas están contestadas en el libro Blood on the Altar, ya que Craig Heimbichner
desenmaraña la historia y el funcionamiento de lo que él denomina la sociedad
secreta más peligrosa del mundo, el
poder detrás del Gobierno Invisible o Criptocracia (Crypto-cracy).
La Criptocracia está involucrada en la transformación
o “el
procesamiento alquímico” de la conciencias de las masas, mediante la
manipulación psicológica de la mente. Con la ayuda de las sociedades secretas, se
realizan pruebas, se miden los resultados y se “diseñan” los acontecimientos mundiales (Págs. 5-6, 15, 137). El
objeto es que las masas vivan de manera controlada, como si fueran títeres del
Nuevo Orden Mundial Masónico.
La OTO,
instituida hace un siglo, conforma el “colegio de graduados” de la masonería, y
se autodenomina la “Academia de la Masonería”. Contiene a todos los grados de
la masonería y del iluminismo y es la más alta sociedad secreta para la elite
de la masonería.
Como organización internacional, la OTO es
una organización “religiosa” que, en
EE. UU., se encuentra exenta de impuestos (Págs. 13-14, 25, 76, 87, 91-92). Los
escritos de quien por mucho tiempo fue su cabeza, el agente de inteligencia
británico y satanista Aleister Crowley
(fallecido en 1947), quien se hacía llamar la Gran Bestia 666, reveló que la OTO se funda en el satanismo: Aleister
Crowley “ha sido una
referencia constante en determinados ambientes de la contracultura anglosajona
contemporánea. Por ejemplo, en el ámbito musical, donde los Beatles, Rolling
Stones, Ozzy Osbourne o Daryl Hall han reivindicado su figura y/o su mensaje a
través de sus canciones”. (Koch, Paul H.; “Illuminati”; Ed. Planeta; Buenos
Aires; Pág. 146 y 147).
Crowley llamaba a Satán “mi señor” y decía,
refiriéndose a la OTO: “No tenemos escrúpulos en restaurar la “adoración al
diablo” (Pág. 28). Sin embargo, en la OTO, la adoración al diablo no se realiza
abiertamente bajo el nombre de Satán, sino subrepticiamente bajo el nombre del
ídolo satánico con cabeza de cabra: Bafomet. También
denominado León y Serpiente, Bafomet es adorado como Dios en las misas
gnósticas, que es la liturgia central de la OTO (Págs. 29-30).
La misa gnóstica,
ideada por Crowley, no es una misa negra, es decir, una Misa Católica
invertida, sino una parodia blasfema de la Misa Católica (Pág. 15). Es muy
importante entender que las raíces de la masonería se entrelazan con el
judaísmo, lo cual nos ayuda a ver la mano de la masonería detrás los
judaizantes de la Iglesia Católica.
Heimbichner afirma que toda la masonería está subordinada al judaísmo. Un “operativo clave” (Se refiere a Félix Lazerus Pinkus (1881-1947), quien además se desempeñó como presidente de la Unión de Sionistas de Zurich) en la institución de la OTO, fue un miembro activo de la B’nai B’rith, que es la masonería judía (Pág. 89).